

D.A.D. son las siglas de Disneyland After Dark, primer concepción del nombre que refleja el espíritu juguetón de una banda que se apoya en un estilo de hard rock muy ochentero. A través de texturas de guitarras punzantes sobre las que surcan diestras melodías en voces tan salvajes como elegantes, No Fuel Left For The Pilgrims fue un álbum incansable e irresistible a lo largo de 12 canciones repletas de ganchos tan rock como pop sin perder un miligramo de potencia.