Este cuarteto noruego emula en este su segundo disco, las rebeldes maneras de aquel Iggy Pop de quien se inspiraran para tomar su nombre. Y es que el potente sonido de Splitter Pine así se los permite. Sus canciones transcurren alimentadas por una actitud punk, entre un rock ‘n‘ roll feroz y un contagioso pop hiperactivo. Todo impulsado por la producción de Roger Valstad y unos temas con vocación para plagar las listas noruegas de éxitos y satisfacer las exigencias de sus fieles adeptos.