Después de ganarse una reputación con sus discos en solitario durante más de una década, el pianista, compositor y arreglista británico Alexis Ffrench grabó este álbum con dos orquestas sinfónicas. Y el resultado no podía ser mejor. Su música, nacida del góspel, el jazz moderno y el pop, alcanza nuevos niveles de belleza eufórica. La encantadora “Bluebird” muestra su brillante instinto melódico, y “Waiting to Breathe” es una pieza inspiradora y magníficamente orquestada. Esto no quiere decir que Ffrench haya abandonado sus raíces como solista: algunos de los momentos más conmovedores de Evolution se encuentran en la suave y fervorosa “Where Worlds Collide” y el vals melancólico de “Moments”.