

Tras los pasos del Kronos Quartet, el cuarteto sueco Malva mira al futuro con la música que ha encargado para Wooden Bodies. “The Riddle”, de Karin Rehnqvist, es una pieza mística y folclórica de encanto irresistible. En “Wooden Bodies”, su compatriota Tebogo Monnakgotla utiliza con imaginación los cuatro instrumentos en melodías de suave elocuencia. “My Desert, My Rose”, de la serbia Aleksandra Vrebalov, también explora la dinámica del cuarteto de cuerda con resultados fascinantes. La fibrosa “Vridna, vågsång” de Lo Kristenson se basa en los sonidos que surgen al aumentar la presión entre el arco y la cuerda para trazar una intensa evolución acústica. Y con la final “Entr’acte”, Caroline Shaw ha firmado un clásico moderno.