twenty one pilots

El catártico y caótico estilo de twenty one pilots, en el que colisionan el reggae, el rap, la música electrónica y el rock alternativo, es uno de los más singulares e inclasificables sonidos de la segunda década del siglo XXI. Formada por los amigos Tyler Joseph, Nick Thomas y Chris Salih en Columbus, Ohio, la banda toma su nombre de la obra de Arthur Miller Todos eran mis hijos, en la que un contratista vende a sabiendas piezas de avión defectuosas al ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, lo que provoca la muerte de 21 pilotos. Tras autoeditar sus dos primeros trabajos, la banda firmó por una filial de Warner Music Group en 2012, experimentando por el camino algunos cambios de formación hasta quedarse como únicos miembros fijos el cantante y compositor Tyler Joseph y el baterista Josh Dun. Ya como dupla, twenty one pilots profundizaron aún más en la idiosincrasia de su sonido, caracterizado por una minimalista fusión de teclados, baterías y juguetonas letras. Tras ganar un Grammy en 2017 por su sencillo “Stressed Out”, en 2018 publicaron su esperadísimo quinto álbum, Trench. Cristiano practicante, Joseph suele señalar su fe y el diálogo interior que la acompaña como una de sus principales fuentes de inspiración, utilizando su arte como plataforma a través de la cual confronta sus propios demonios. Durante la gira posterior a la publicación de Blurryface en 2015, por ejemplo, Joseph apareció en escena con el cuello y los brazos cubiertos de pintura corporal negra para representar sus inseguridades. Esa honestidad es, sin duda, uno de los motivos que les ha hecho ganarse una devota base de fans. “Nunca me habría dedicado a la música si no hubiera sentido la necesidad de cambiar o trabajar en algo”, le contaba al presentador de Beats 1 Zane Lowe semanas antes de la publicación de Trench. “Creo que estaba perfectamente bien antes de meterme en la música, y que entonces experimenté una especie de crecimiento al que no sabía cómo dar salida. No sabía cómo liberar la presión a través de alguna válvula de escape, y finalmente me vi obligado a aprender a tocar el piano para poder hacerlo”.