El nacido en Montreal creó una atmósfera sonora en la que los ritmos lentos y melancólicos, paradójicamente, demuestran una fuerza vocal y emocional que se manifiestan en temas como “Addicted” o “After the Glow”. Detrás de esa propuesta están grandes figuras clásicas como Jimi Hendrix y Led Zeppelin, otras más modernas como The Weeknd y Radiohead. El trabajo de todos ellos fue crucial para la prometedora carrera de Jesse Mac Cormack.