Con la mirada puesta en las fluorescentes décadas de los 70 y los 80, pero sin ánimos excesivamente revivalistas, el trío de Dripping Springs liderado por el vocalista Mark Wystrach ha sabido absorber y sintetizar las vibraciones del pasado y reconfigurarlas para atrapar al público country del presente y el futuro. La nominación al Grammy y los dos discos de platino obtenidos con el sencillo “Drinkin’ Problem” certifican lo atinado de una apuesta que, si bien despertó inicialmente los recelos de Scott Borchetta por su singularidad, ha terminado por demostrarle al impulsor de las carreras de Taylor Swift y The Mavericks que con Midland vuelve a tener una jugada ganadora entre las manos.