Dylan Phillips recuerda que su amor por el hip-hop surgió desde muy pequeño. A los 16 años, conoció la faceta espiritual del género y empezó a escribir rimas inspiradas en su fe, sin la intención específica de predicar, sino de compartir sus experiencias. Al conocer al rapero cristiano Derek Minor empezó a afinar su arte. Con su álbum SOLAR (2018) y ya plenamente identificado como nobigdyl., mostró una gran capacidad para componer temas introspectivos, revelando las búsquedas de su generación. Su flow es suave, porque la fórmula de su éxito no está en ponerse etiquetas, sino en crear música que comulgue con sus creencias y sus vivencias, es así como conecta con su público.