Parov Stelar siempre ha tenido dos pasiones musicales: el jazz y los ritmos electrónicos. El pasado enfrentado al futuro, el mundo instrumental contra el mundo digital. Por eso tiene pleno sentido que el DJ y productor austríaco haya fusionado sus dos debilidades en una única propuesta, que ha quedado perfectamente plasmada en discos como Shine (2007) o The princess (2012), su proyecto más ambicioso. Swing a ritmo de house, big bands al compás del electro o jazz sentimental acoplado a beats hip-hop: la unión definitiva entre tradición y modernidad.