Música disco por todos lados: en las canciones de Bee Gees, Donna Summer y hasta de The Rolling Stones. 1978 fue el año perfecto para bailar al ritmo de los éxitos pop, pues artistas de diversos géneros y contextos se enamoraron del género. Hasta el soundtrack de Vaselina, una de las películas más entrañables de la época, logró llegar a los primeros lugares de popularidad.