Grabó junto a los músicos más importantes del bebop y el jazz moderno, pero Sarah Vaughan se convirtió en una estrella con brillo propio gracias su versátil e incansable voz. Con el carácter del blues, el color del soul y un registro ideal para experimentar todas las opciones posibles, Vaughan fue una de las figuras del jazz del siglo XX. En más de 40 años de carrera, abordó clásicos del pop, canciones de Broadway y ritmos latinos, siempre con una intensidad que la hizo capaz de conmover audiencias enteras y le valió el reconocimiento como una de las voces más asombrosas de la música popular.