Tan californiano como el mar y la playa, el sonido de Sublime es sinónimo de sol y buenas vibraciones. Cultores del ska punk veloz como sus contemporáneos de No Doubt y Rancid, los de Long Beach supieron combinar esas raíces con reggae, hip-hop, dub y rock. Acústicos y eléctricos, consiguieron un sonido pulcro y transparente y dieron forma a canciones que permanecen en el recuerdo por su sencillez y su instantaneidad. Antes de la muerte de Bradley Nowell, su voz y líder, editaron 3 álbumes y fueron uno de los responsables de la llegada del punk a las listas de éxitos a mediados de los 90.