Para los estándares pianísticos, Richter empezó tarde (tenía 19 años cuando fue a estudiar con Heinrich Neuhaus). Sin embargo, las grabaciones de sus magníficas interpretaciones le precedieron en Occidente, y al llegar a los EE. UU. en 1960 y al Reino Unido al año siguiente fue agasajado por el público. Su repertorio era muy amplio y en sus últimos años era capaz de tocar en oscuras salas de conciertos cualquier cosa que llamara su atención con una única luz enfocando al piano. Bach fue muy importante para él, aunque interpretó a todos los grandes con un estilo que hizo de él un artista único.