

Una niña prodigio que creció hasta convertirse en una de las pianistas de concierto más celebradas y productivas de Australia, Tamara-Anna Cislowska posee un toque de Midas muy particular; todo lo que toca se transforma en una obra llena de belleza y nostalgia. Defensora de la música contemporánea, ha dominado las composiciones de Elena Kats-Chernin (“Unsent Love Letters”, “Blue Tears”) con un sentimiento de desesperanza indiferente. Mientras, le agrega dejos de un impresionismo fantasioso a la música de Peter Sculthorpe (“Nocturno (no. 1)”, Riverina Dreaming: 5. Thanksgiving), el aventurero compositor australiano cuyo integral para piano grabó en 2014.