Director / Consultor Senior en Economía Circular y Sostenibilidad | Experto en Huella de Carbono y Análisis de Riesgos Climáticos | Innovación en Empaques | Consultor Senior en Sistemas de Reciclaje y Retorno de Residuos
El calentamiento global, como se viene advirtiendo desde hace décadas, está intensificando los fenómenos naturales. Huracanes, sequías, inundaciones... son cada vez más fuertes e impredecibles. Y lo estamos viendo con nuestros propios ojos. El reciente huracán Otis que azotó Acapulco (México), así como los impactos de la DANA en Valencia (España), han dejado una estela de destrucción, con cientos de vidas humanas perdidas y un daño incalculable a la flora y fauna de la región. Es urgente actuar. Adaptarse al cambio climático implica transformar nuestros modelos de vida y económicos. La economía circular, impulsada por las normas ISO 59000, nos ofrece un camino para explorar nuevas formas de progreso, donde la prioridad sea el cuidado de los recursos naturales. Estas normas proporcionan un marco para que las organizaciones implementen estrategias de reutilización, reciclaje y reducción de residuos, minimizando el impacto ambiental y fomentando la sostenibilidad. Aquí es donde entran también las normas ISO 14000, que establecen un marco para gestionar los impactos ambientales de cualquier organización. Estas normas promueven la eficiencia en el uso de recursos, la reducción de residuos y la prevención de la contaminación. Además de la ISO 14000 e ISO 59000, existen otras normas que impulsan la sostenibilidad, como la ISO 50001 para la gestión de la energía y la ISO 26000 sobre responsabilidad social. Implementar estas normas no solo beneficia al planeta, sino que también mejora la imagen de las empresas, aumenta su competitividad y les abre nuevas oportunidades de mercado. Es tiempo de vivir en armonía con la naturaleza, previniendo y adaptándonos a los efectos del cambio climático. No se trata solo de asegurar flujos económicos, sino de proteger nuestro planeta y garantizar un futuro para todos. Las tragedias recientes, como la del huracán Otis y la DANA en Valencia, nos recuerdan la urgencia de esta tarea.