La violencia que ha azotado Santiago de Chile en los últimos días – al menos 15 asesinatos en 48 horas – ha evidenciado que el país está cambiando. ¿Cómo operar en este ‘nuevo’ Chile?
En pocas palabras:
Al menos 15 personas fueron asesinadas en el área metropolitana de Santiago de Chile en 48 horas – unos niveles de violencia totalmente inéditos para Chile.
Esta ola no es un caso aislado, sino que encaja dentro de un patrón en desarrollo durante los últimos años. Chile ha cambiado.
El gobierno va a ser incapaz de atajar el problema en el corto y medio plazo.
¿Qué significa esto para tu empresa?
Chile tiene un enorme potencial económico – desde sus minerales vitales para la transición energética a un formidable sector de servicios.
Sin embargo, para prosperar en este ‘nuevo’ Chile es necesario ajustarse a su nueva realidad:
Comprender las nuevas dinámicas criminales a nivel local proporciona una ventaja competitiva inestimable.
Las empresas que se adapten a esta nueva realidad prosperarán y reforzarán su resiliencia.
Aquellas que no lo hagan enfrentarán las consecuencias de una inseguridad crónica.
La adaptación a este nuevo Chile es fundamentalmente un reto diagnóstico:
La prioridad debe ser comprender las nuevas dinámicas criminales a nivel local e hiperlocal.
El monitoreo a distancia – a través de redes sociales o herramientas de seguimiento – ha quedado obsoleto para enfrentar este nuevo reto.
¿Qué ha pasado?
Entre la madrugada del domingo 14 de julio y el martes 16, al menos 15 personas fueron asesinadas en el área metropolitana de Santiago de Chile.
Solo en dos incidentes en Quilicura y Lampa fueron asesinadas cuatro y cinco personas, respectivamente.
Estos dos municipios han recibido en los últimos años un gran número de inmigrantes, primero de Haití y últimamente de Venezuela.
La mayoría de las víctimas eran de origen extranjero, principalmente venezolanos.
¿Por qué ha pasado?
La causa inmediata de esta ola de violencia es transnacional:
La secretaría del tesoro estadounidense designó a la red criminal venezolana Tren de Aragua como ‘organización criminal transnacional’, el pasado 11 de julio.
Esta designación ofrece una recompensa sobre cualquier información que ayude a capturar a los líderes del Tren de Aragua – varios de los cuales viven y operan en Chile.
La nueva vulnerabilidad de la cúpula del Tren de Aragua manda una señal a sus rivales, quienes tienen un incentivo aún mayor para atacarlos. De ahí el repunte de violencia en Santiago.
¿Qué tiene que ver una organización criminal venezolana con Chile?
El Tren de Aragua ha conseguido construir una sólida base de operaciones en Chile – principalmente en Santiago y en las regiones en el norte del país.
Esta organización se dedica fundamentalmente a extorsionar a sus connacionales, victimizando a migrantes venezolanos.
Sus principales negocios son el tráfico, extorsión y explotación sexual de migrantes; así como el narcomenudeo.
Tienen presencia en todo el hemisferio americano, aunque su poder es mayor en Chile, Perú y Venezuela.
¿Qué es lo más importante que debería saber del Tren de Aragua?
Que no es una organización centralizada, sino una red compuesta por ‘trenes’ y con vínculos tenues a una dirección general. Esto hace que el Tren de Aragua sea vulnerable a escisiones y peleas internas.
Cada ‘tren’ opera a escala local y tiene su propio liderazgo y dinámicas. Por ello es imperativo entender cómo se llama el ‘tren’ que opera en su área de interés y quién lo lidera.
¿Esta violencia seguirá ocurriendo?
Sí. El Tren de Aragua no es más que un síntoma de una transformación criminal por la que está atravesando Chile.
Los asesinatos en Santiago han aumentado en los últimos dos años, fruto de una reorganización criminal en el país:
El país sufre una ola de criminalidad que opera de una forma totalmente nueva. Ahora la prioridad de los grupos criminales es el control territorial a nivel de barrios y municipios, asumiendo responsabilidades de gobernanza que las autoridades han desatendido.
Esta nueva dinámica involucra una escalada de violencia, a medida que los grupos se atrincheran en sus zonas de control.
Debilita a su vez cualquier respuesta estatal, ya que los grupos criminales ejercen mayor control sobre sus zonas que cualquier gobierno.
Esto coloca a estados débiles en una difícil tesitura: ¿es preferible enfrentar a estos grupos con un enorme costo en vidas, o colaborar con ellos como socios en la gobernanza territorial del país?
A lo largo del hemisferio, las administraciones más débiles, a nivel local, regional y nacional, están tomando la segunda opción.
¿Puedo confiar en que el gobierno chileno solucione el problema?
Desafortunadamente, no – al menos en el corto y mediano plazo.
El gobierno chileno carece de experiencia y estrategia para afrontar esta ola de nueva criminalidad.
Sus respuestas parecen indicar que sufren errores de diagnóstico del problema:
Su respuesta más inmediata ha sido reclutar más policía metropolitana y aumentar la vigilancia en pasos fronterizos – sin tomar en cuenta que la frontera chilena solo con Argentina es la tercera más larga del mundo, con más de 5,000 kilómetros. No hay refuerzos posibles que garanticen el control sobre semejante frontera.
Han anunciado también la construcción de una nueva cárcel de máxima seguridad, sin tener en cuenta que el Tren de Aragua y sus facciones se originaron en cárceles y encuentran en ellas su hábitat natural.
Ya sea en Chile o en cualquier otro lugar de América Latina, Southern Pulse tiene la experiencia, la red y las relaciones para simplificar esta desafiante región con respuestas honestas y directas a sus preguntas más complicadas.
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CC BY-ND