Гость
16 октября 2022 г.
Durante tres maravillosas noches, compartimos nuestra estadía en Ushuaia con mis hijas de 9 y 21 años en este cálido Bed & Breakfast. Iniciamos la estancia con bastante calor, porque la losa radiante y los radiadores de la habitación al máximo estaban regulados para las temperaturas extremas del invierno de Ushuaia, pero rápidamente las regulamos y adecuamos el calor a nuestro gusto, por lo que disfrutamos plenamente de nuestra estadía en la confortable habitación bien amoblada. En nuestra habitación de tres camas individuales, el espacio puede resultar algo escaso, pero el baño es amplio y la temperatura del agua, óptima. No obstante, las mesas de los espacios comunes y el patio permiten descansar cómodamente mientras se está alojado y fuera de la habitación. Los desayunos incluídos son muy abundantes y Jorgelina, la encargada de atender tus inquietudes, brinda una opción para cada paladar. Panes frescos, jamón y queso, cereales, yogurts, huevos revueltos, tostados, frutas, medialunas e infusiones endulzan las mañanas ushuaiaenses. Además, con amabilidad y la precisión de quiénes habitan la ciudad más austral del mundo, Jorgelina nos recomendó lugares para comer y cuidar el bolsillo, al tiempo que nos aconsejó con precisión sobre los trayectos más adecuados para las excursiones que fuimos planificando día tras día. La limpieza del lugar es cuidadosamente atendida todas las mañanas y cuenta con una cocina amplia y equipada, de uso común para los huéspedes, para que quiénes desean comer en el B&B puedan hacer sus propias comidas sin inconvenientes. Súper recomendable para viajeros y viajeras con ganas de descansar y vivir unos días de descanso en familia, como si estuvieras en casa.
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