Un neurólogo comparte las tres actividades menos conocidas para prevenir la demencia

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La demencia es un trastorno que afecta progresivamente a las capacidades cognitivas de quienes la padecen. Como explican desde el portal de salud de la Universidad de Harvard, “es un patrón de deterioro mental causado por diferentes enfermedades o afecciones”. Esta condición se produce generalmente cuando las neuronas mueren y las conexiones entre ellas se interrumpen, algo que no suele ser reversible.

El alzhéimer es la causa más frecuente de demencia, responsable de más del 60% de los casos, seguido por enfermedades vasculares como los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad de cuerpos de Lewy, que provoca la degeneración de las neuronas. Los síntomas iniciales incluyen pérdida de memoria que afecta a la capacidad de realizar tareas cotidianas, aunque los afectados muchas veces no son conscientes de la enfermedad, siendo los familiares quienes notan los primeros cambios.

Los aliados menos conocidos contra la demencia

El neurólogo Baibing Chen ha compartido tres actividades menos conocidas que pueden ayudar a prevenir o ralentizar la aparición de la demencia. La primera de ellas es bailar. Chen explica que “los estudios han demostrado que bailar es una de las mejores actividades que puedes hacer por tu cerebro”. Según el especialista, el baile estimula “de forma única múltiples áreas cerebrales y promueve la neuroplasticidad. Combina movimiento físico, coordinación e interacción social, todo lo que beneficia la salud cerebral”.

Otra práctica destacada por Chen es el uso regular de la sauna. Basándose en un estudio de 2017 realizado en Finlandia, afirma que “aquellos que tomaron sauna de 4 a 7 veces por semana tenían un riesgo 66% menor de desarrollar demencia y alzheimer, en comparación con aquellos que usan la sauna una vez por semana”. Esto se debe a que la sauna "mejora el flujo sanguíneo, reduce la presión arterial y promueve la relajación”.

Sin embargo, advierte que “hubo muchas limitaciones para ese estudio y se necesitan más investigaciones”. Además, recalca que deben tomarse precauciones, ya que el uso excesivo podría provocar “deshidratación, sobrecalentamiento e hipotensión”.

Por último, Chen destaca los beneficios de la exposición a la naturaleza y a los espacios verdes. El neurólogo explica que “se ha demostrado que las personas que se exponen regularmente a espacios verdes y a la naturaleza tienen niveles más bajos de estrés, niveles más bajos de inflamación general y una mejor salud cardiovascular”. Además, agrega que estar en contacto con la naturaleza “ayuda a reducir la presión arterial y también fomenta la actividad física”.