¿Cuál es el futuro
de las centrales hidroeléctricas
en Catalunya?
Por Guillem Costa
¿Cuál es el futuro de las centrales hidroeléctricas en Catalunya?
Por Guillem Costa
· En la próxima década caducan los derechos de 10 centrales de la provincia de Lleida ·
La idea de aprovechar grandes saltos de agua para producir energía eléctrica empezó a coger forma a finales del siglo XIX.
Con el paso del tiempo, el engranaje se perfeccionó y se comenzaron a construir grandes presas ligadas a centrales hidroeléctricas, unos edificios que proliferaron en España durante la primera mitad del siglo XX.
Con el paso de los años, se han priorizado otras maneras de producir energía. Pero las hidroeléctricas han seguido funcionando, aportando al sistema una flexibilidad que no ofrecen las nucleares o las renovables.
Sin embargo, muchas de las concesiones a las empresas que gestionan actualmente las centrales están a punto de caducar.
Solo en las comarcas de Lleida, por ejemplo, el futuro de una decena de centrales quedará en el aire en los próximos 10 años por el fin de las concesiones.
¿Qué pasará con estas plantas? ¿Continuarán produciendo energía en manos de la misma compañía que ostentaba la concesión?
¿Pasarán a ser propiedad del Estado? ¿Se derribarán y se renaturalizará el entorno?
El debate ya está sobre la mesa y la respuesta a la caducidad de las concesiones es uno de los principales temas de conversación en el sector.
A continuación trataremos de exponer al detalle cuál es el escenario que se abre.
¿Cómo funciona una hidroeléctrica?
Una central hidroeléctrica utiliza la gravedad para hacer caer el agua con fuerza.
El agua desciende por la tubería y va transformando su energía potencial en cinética.
El agua gana velocidad y actúa sobre los álabes de la turbina hidráulica. En este punto, la energía cinética se convierte en energía mecánica de rotación.
El eje de la turbina está unido al del generador eléctrico de tal forma que, al girar, la energía rotatoria genera electricidad que alimentará la red.
El agua vuelve río abajo a través de un canal de desagüe.
En este vídeo se puede ver cómo el agua canalizada provoca el movimiento de la turbina. Se trata de la centenaria central hidroeléctrica de Camarasa, una de las más antiguas de España.
"Se empieza a debatir ahora porque las primeras caducan en los próximos años y tiene sentido que se renueven, pero habrá que analizar las nuevas condiciones que se pongan"
¿Cuándo termina las concesiones?
Las próximas concesiones que finalizan, algunas de más de 50 años de duración, son de centrales que se ubican en el área pirenaica.
Puede parecer que 10 años sea mucho tiempo, pero el Gobierno, a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), ya está estudiando qué hacer con estas hidroeléctricas.
En los últimos años, algunas centrales ya han pasado a estar en manos del Estado. Si miramos más allá de la próxima década, el número de hidroeléctricas cuya concesión llegará a su fin es aún mayor.
Lo que suceda con las próximas centrales puede marcar el camino a seguir, consideran fuentes conocedoras de este proceso. Hay varias posibilidades.
Tres opciones
La central queda en manos del Estado
Ya ha pasado con algunas centrales. Una posibilidad es que sea la Administración General del Estado quien tenga el control de la central. En los casos de la cuenca del Ebro, es la CHE el ente que gestiona la central, como ha sucedido con la de Castillonroy. Pero en muchas ocasiones se trata de una situación provisional, a la espera de que se tome una decisión acerca de una futura subasta. En las cuencas internas de Catalunya, la Generalitat ya gestiona algunas centrales.
Nuevo concurso para renovar la concesión
"En muchos casos, es lógico que se pongan de nuevo a subasta las centrales", opina Miret. La duda será cuáles son las nuevas condiciones para la futura empresa. En este sentido, Miret ve probable que se pongan condiciones menos favorables para la empresa, con más exigencias ambientales y un porcentaje de la producción para la CHE o el municipio afectado. Este sería un modelo muy distinto del de hace 50 o 75 años, cuando se priorizaban las ganancias de las empresas.
Se desmantela y se renaturaliza la zona
La ley establece que cuando finaliza una concesión, si no se vuelve a licitar, es obligatorio devolver el espacio a su estado original. Es decir, plantear un proceso de restauración que podría incluir la demolición de alguna presa. Esta posibilidad se estudia en lugares como el parque natural de Aigüestortes y Sant Maurici. Fuentes de Endesa, no obstante, avisan de que en algunos lugares esta posibilidad aporta poco al entorno, que ya se ha adaptado a la central.
Ante un escenario de déficit eléctrico, Endesa destaca la importancia de la energía hidráulica como fuente renovable.
La compañía tiene una capacidad hidroeléctrica instalada en España de más de 5 gigavatios y ve primordial que se continúe produciendo electricidad de esta forma, puesto que tiene un coste bajo y supone un modelo energético flexible. Además, la empresa destaca el potencial de almacenamiento a través de las hidráulicas de bombeo.
Ante un futuro de menos lluvias, será necesario planificar muy bien la producción de energía. Pero las compañías que disponen de centrales consideran que este método de generación de electricidad debe continuar sin que las compañías se vean obligadas a "perder dinero" con las nuevas licitaciones.
En adelante queda esperar el fin de las concesiones para que la Administración resuelva qué hacer con cada central. Fuentes conocedoras aseguran a EL PERIÓDICO que las decisiones se tomarán de forma individual, "analizando cada caso con sus circunstancias".
Un reportaje de EL PERIÓDICO
Textos: Guillem Costa
Infografías: Ramon Curto
Diseño: David Jiménez
Coordinación: Rafa Julve