¿Estás seguro de que eres fácilmente localizable? ¿Si pones tus datos, profesión y ciudad en un buscador apareces entre los primeros resultados?
Cuando me colegié como abogado, hace ya 30 años, existían unos repertorios profesionales con los números de teléfono de todos los negocios, ordenados alfabéticamente.
Por eso me llama la atención que, en pleno siglo XXI, me siga resultando complicado localizar a buen número de abogados y abogadas a los que conozco por referencias o a los que necesito localizar para negociar algún asunto.
En los tiempos de la información y la comunicación las páginas amarillas han dejado de publicarse en papel, porque todos tenemos acceso a una ingente información a través de nuestros dispositivos, que hacen universalmente accesibles los datos que queramos compartir.
Las posibilidades de ser localizable son variadas:
- La primera y más sencilla es la creación de un perfil de tu despacho en Google, al modo del restaurante que buscamos por recomendación de un amigo o familiar en la ciudad a la que vamos a ir el fin de semana. Puedes incorporar al mismo todos los datos de contacto que precises: ubicación, teléfono, horario, web…
La mayor objeción que se hace al perfil de empresa en Google es la exposición a la crítica en los comentarios, pero creo que en un ejercicio diligente y honesto eso no debería ser un problema. Aparte de que debemos poder compensar las críticas negativas, solicitando a todos los clientes satisfechos que seguro que tenemos, que nos incluyan una valoración positiva en el perfil.
- Una opción muy conveniente y complementaria a la anterior es crear un perfil en la red profesional por antonomasia, LinkedIn. La página de esta red es personalizable, empezando por la propia dirección dentro de la plataforma, que puedes identificar con el nombre de tu despacho.
Las posibilidades dentro de la plataforma son enormes: puedes publicitar puestos de trabajo o tu condición de búsqueda activa de un empleo, te permite publicar y referenciar artículos de interés, puedes mantener tu CV permanentemente actualizado con un esfuerzo mínimo, solo incluyendo las novedades de tu actividad a medida que se vayan produciendo, y teniendo una versión imprimible en cualquier momento.
- En mi opinión, resulta muy aconsejable tener una página web con los datos de contacto y las áreas de práctica, al menos. Hasta finales de 2024 están en marcha las ayudas del kit digital, entre los 2.000 y los 12.000 euros.
Adicionalmente existen repertorios comerciales de abogados en los que puedes incluirte en función de tus intereses profesionales.
En definitiva, creo que debemos poner todo lo posible de nuestra parte para que las personas que puedan querer encontrarnos puedan hacerlo. Tenemos un negocio abierto al público que vive de la clientela y es nuestra obligación ponérselo fácil.