Caridad Consultora | Relaciones Efectivas

EL PODER DE LO QUE PENSAMOS, DECIMOS Y HACEMOS Vivir de manera consciente es hacernos cargo de nuestras palabras, emociones y acciones. Cada pensamiento que alimentamos no solo define lo que decimos, sino también lo que hacemos, y en última instancia, lo que llegamos a ser. Cuando trabajamos en nuestra comunicación consciente y atendemos nuestras emociones, estamos diseñando el aquí y ahora con intención y presencia. Cada palabra que elegimos, cada hábito que construimos, es un paso hacia el destino que queremos forjar. El liderazgo empieza desde adentro, desde ese lugar donde decidimos ser la mejor versión de nosotros mismos para impactar positivamente en nuestro entorno. ¿Qué pequeños cambios puedes hacer hoy para cultivar el destino que deseas mañana? Sigamos co-creando el futuro juntos. Noelia 🧡

LA ESCUCHA, SUPERPODER DEL LIDER CONSCIENTE Si realmente quieres ser un líder consciente, trabaja con las preguntas. Elabora buenas preguntas que inviten a desafiar creencias, superar fronteras de la razonabilidad y que expandan la inteligencia colectiva dándole el poder a tu equipo, donde tu solo seas un puente hacia el crecimiento de cada uno de tus colaboradores. Entregarles respuestas solo cultiva rehenes que dependerán de ti, anestesiando su desarrollo cognitivo y actitudinal y resaltando tu ego. Luego te quejarás porque tus colaboradores no tienen iniciativa, no demuestran proactividad, no toman decisiones. 𝗠𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝘁𝘂 𝗻𝗼 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗮𝘀 𝗮 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝗿 𝘆 𝗲𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝗿 𝗽𝗿𝗲𝗴𝘂𝗻𝘁𝗮𝘀 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗼𝘀𝗮𝘀, 𝗻𝗮𝗱𝗶𝗲 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮. Sigamos co-creando el futuro juntos. Noelia 🧡

Donde dirigimos nuestra atención, es donde va nuestra energía y donde sucederá la manifestación A ver, lo que quiero decir es... Definir un norte claro, aquello que deseamos conquistar y/o alcanzar (dirigir nuestra atención), acompañar ese deseo de pensamientos y emociones de logro, sosteniéndolos en coherencia, es decir dándonos el permiso de sentir y pensar lo mismo, como si ya estuviéramos en ese resultado, (donde va nuestra energía) junto con el diseño de las acciones que necesitamos llevar a cabo para llegar, finalizaremos conquistando ese norte. (donde se produce la manifestación). Nosotros podemos diseñar la realidad que queremos ver materializada, pero no se trata de pedirlo al universo y este lo concede como si fuera una lampara de Aladino. Tampoco es cuestión de mirarte al espejo todas las mañanas y decir “soy un imán para los milagros” y con eso, el milagro sucede. Decretar el logro, creer y verte poderoso con capacidad de respuesta, es muy valioso y necesario, aun así, no alcanzara si no acompañas todo el camino con acciones de forma consciente con la mente y el corazón abierto, desapegado de tu propio auto boicot mental, de las limitaciones auto impuestas por ti mismo. No sirve decirnos “no quiero seguir siendo un empleado, quiero ser un manager”; “no quiero seguir en este trabajo, necesito otro”; “no me gusta ser dependiente, quiero tener mi propio emprendimiento” … porque desde este discurso estamos mandando un mensaje de carencia al universo, en vez de abundancia. Le estamos diciendo “no estoy a gusto donde me encuentro y como no tengo lo que quiero, necesito otra cosa”. El mensaje es de queja, molestia, insatisfacción. No hay coherencia entre el pensamiento y el sentimiento. Pienso que quiero algo, pero siento incomodidad porque tengo otra cosa que no me gusta. El campo recibe esta vibración, pero al no ser clara, lo que devuelve, tampoco es claro y la manifestación no se produce como uno desea. El mensaje coherente con aquello que quieres manifestar debería ser… “estoy disfrutando de diseñar las acciones que me llevaran a conquistar mi posición de manager”; “siento satisfacción por saber que en breve tendré mi propio emprendimiento”. Como dije antes, esto alineado con acciones te llevara a donde quieres llegar. Nuestra atención es la semilla de nuestra realidad, pero su manifestación depende de la coherencia entre pensamiento, emoción y acción. Mantener el foco en las oportunidades y no en las carencias, junto con una narrativa interna positiva, disciplina y acción constante, nos permitirá alcanzar el éxito. Te deseo una vida que diseñes a tu gusto. Sigamos co-creando el futuro juntos. Noelia 🧡

EL SILENCIO NO SIEMPRE ES SALUD 👉Callarte las cosas que te molestan de tu cliente, de tu líder, de tu compañero, no redefinir acuerdos cuando observas que hay situaciones que se están saliendo de lo establecido, para que el otro no se moleste y te siga eligiendo… 👉Aceptar siempre más tareas de las que puedes manejar sin aclarar los límites de tu capacidad, solo para no generar malestar o incomodidad en el otro…. 👉Permitir que alguien tome decisiones que afectan tu rol o tu trabajo sin involucrarte o expresar tu opinión, porque "es más fácil dejarlo pasar"... 👉No pedir claridad o cuestionar instrucciones confusas para no quedar como alguien "difícil" o que no entiende…. 👉Hacer concesiones continuas en negociaciones con tal de evitar el conflicto, aunque eso implique que tus propios intereses o los de tu equipo queden relegados… 👉Repetir tareas mal asignadas sin corregir al otro para no incomodarlo, aunque eso provoque una pérdida de tiempo o recursos… 👉Ceder siempre en las discusiones o reuniones de equipo para evitar que otros se enojen contigo, incluso cuando tienes un punto importante que podría aportar al grupo… 👉No reclamar el reconocimiento que te corresponde por tus logros para no parecer arrogante o exigente… 👉Mantener silencio frente a actitudes despectivas o irrespetuosas por miedo a generar un conflicto mayor, normalizando un ambiente tóxico… 👉Evitar solicitar los recursos que realmente necesitas para hacer tu trabajo correctamente, por temor a que te consideren problemático o demandante… 👉No hablar cuando observas inequidades en el equipo para no ganarte "enemigos", aunque veas que otros también se ven afectados… Actuar de alguna de estas formas o de varias de ellas, es de las peores cosas que podrías hacer, porque estas legitimando la dinámica de la relación donde tu estrategia para lidiar con los conflictos y que te elijan es LA SUMISION. Comencemos a despertar y a tener conversaciones desafiantes, antes que el desafío sea levantar nuestra autoestima. Sigamos co-creando el futuro. Noelia 🧡

𝗢𝗝𝗢 𝗖𝗢𝗡 𝗟𝗔 𝗙𝗔𝗟𝗦𝗔 𝗜𝗧𝗘𝗥𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡 𝗔𝗚𝗜𝗟 La semana pasada colaborando en un proyecto, escucho un equipo que comenta: “Con esto de la agilidad vivimos haciendo reprocesos. Estamos agotados y desmotivados de ajustar lo ajustado". POR FAVOR NO DISFRACEMOS LOS REPROCESOS CONSTANTES CON ITERACION AGIL. Justificarlo diciendo que trabajamos bajo el 𝘮𝘪𝘯𝘥𝘴𝘦𝘵 ágil es MEZCLAR LAS COSAS y QUITARLE EL PODER A LA AGILIDAD. 𝗨𝗻𝗮 𝗰𝗼𝘀𝗮 𝘀𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗥𝗘𝗣𝗥𝗢𝗖𝗘𝗦𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗧𝗥𝗔𝗕𝗔𝗝𝗢 𝘆 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝗰𝗼𝘀𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗣𝗥𝗢𝗖𝗘𝗦𝗢 𝗗𝗘 𝗜𝗧𝗘𝗥𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡. No son lo mismo, no tienen el mismo espíritu y mucho menos el mismo punto de partida. 𝘈𝘤𝘭𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘰 𝘭𝘢𝘴 𝘢𝘨𝘶𝘢𝘴… 💡La iteración en el 𝘮𝘪𝘯𝘥𝘴𝘦𝘵 ágil significa mejorar progresivamente sobre un trabajo previo bien planteado y entregado con valor en cada ciclo. 💡Los reprocesos constantes suelen ser una señal de que hay falta de claridad inicial en los requisitos o expectativas del cliente, no se están definiendo criterios claros de "terminado" o que las decisiones tomadas al principio del proceso son insuficientes o incorrectas. ¿Queda claro? Iterar, en el contexto de la agilidad, significa perfeccionar lo que ya está bien, tanto en su 𝘥𝘦𝘭𝘪𝘷𝘦𝘳𝘺 como en su planteamiento inicial. Aunque durante el proceso de iteración puedan hacerse ajustes para fomentar la mejora continua, esto está lejos de implicar modificar la mayor parte de lo desarrollado o cambiar radicalmente el rumbo de lo trabajado. Eso es algo completamente diferente, y NO ES UN PROCESO DE ITERACIÓN. Ahora, 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗲𝗾𝘂𝗶𝗽𝗼 𝗱𝗲 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗮𝘁𝗿𝗮𝘃𝗲𝘀𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗖𝗢𝗡𝗦𝗧𝗔𝗡𝗧𝗘𝗦 𝗥𝗘𝗣𝗥𝗢𝗖𝗘𝗦𝗢𝗦 podríamos considerar: 👉 Falta de alineación inicial: Si no están claras las prioridades del cliente, el equipo puede trabajar en soluciones equivocadas. 👉 Definición de entregables poco clara: Sin un consenso sobre qué significa "finalizado", se cae en ciclos de "ajustar lo ajustado". 👉 Mal uso del feedback: Feedback tardío o desorganizado genera cambios interminables y poco efectivos. 👉 Procesos internos ineficientes: Herramientas o flujos mal diseñados crean trabajo innecesario. 👉 Micromanagement: Revisiones constantes y cambios de último minuto provocan reprocesos innecesarios. ➡️ 𝗟𝗮 𝗮𝗴𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮 𝗳𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗮𝗴𝗼𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗺𝗶𝗻𝗶𝗺𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝘆 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗼́𝘀𝗶𝘁𝗼. El reprocesamiento excesivo no es iteración; es un síntoma de que algo en el sistema no está alineado. Revisar los fundamentos y mejorar la comunicación inicial puede transformar la experiencia del equipo y devolverles la motivación. 𝘋𝘪𝘨𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘴𝘶 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘺 𝘴𝘦𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘮𝘢́𝘴 𝘤𝘭𝘢𝘳𝘰𝘴 𝘢𝘭 𝘦𝘵𝘪𝘲𝘶𝘦𝘵𝘢𝘳 𝘴𝘪𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴. Sigamos co-creando futuro juntos Noelia 🧡

¿De qué parte no nos estamos haciendo cargo? Durante años, escuché a empresarios y líderes quejarse de los millennials. Ahora, los centennials son el nuevo blanco. Pero, ¿y si dejamos de quejarnos y asumimos nuestra parte de responsabilidad? Pensemos un momento: muchos de esos colaboradores que están ingresando a las organizaciones son nuestros propios hijos. Nos quejamos de actitudes que, como padres, nosotros mismos hemos cultivado. Los jóvenes que inician sus carreras, y aquellos que todavía estamos criando, son el reflejo de lo que sembramos en casa. Entonces, ¿estamos educándolos con las herramientas que realmente necesitan? No hablo solo de educación formal o títulos. Hablo de esas habilidades esenciales e invisibles que marcan la diferencia: ▪️ Hacerse la cama ▪️ Barrer si ensucian el piso ▪️ Colaborar en casa ▪️ Ir a la verdulería y revisar el vuelto ▪️ Cumplir horarios ▪️ Manejar una agenda ▪️ Asumir responsabilidades Si resolvemos todo por ellos para que sea más rápido, fácil o seguro, ¿con qué habilidades llegan al mercado laboral? No es casualidad que luego escuchemos frases como: ▪️ “Les falta tolerancia a la frustración” ▪️ “No tienen compromiso” ▪️ “No saben trabajar en equipo” Estas cualidades se construyen en casa, en los pequeños actos del día a día. Reflexionemos sobre nuestras acciones: Si corremos a llevarles la vianda olvidada al colegio… Si solucionamos el problema porque olvidaron un material escolar… Si despejamos constantemente su camino de obstáculos triviales… ¿Qué mensaje les estamos enviando? Que siempre habrá alguien para resolver sus problemas, incluso los más simples. El resultado es que esas actitudes se trasladan al trabajo: desorganización, falta de compromiso y escasa constancia. Esta reflexión surgió en la reunión de fin de año del colegio de mi hijo, que está en 2.º año de secundaria. La directora mencionaba estas falencias, y pensé: “¡Guau! Estos chicos serán los futuros colaboradores en las organizaciones.” Llegarán con conocimientos técnicos, pero muchas actitudes quedarán en deuda. La clave está en actuar ahora. Como padres, tenemos la oportunidad de formar personas con valores esenciales: gratitud, disciplina, responsabilidad y trabajo en equipo. No solo será crucial para sus vidas, sino que también facilitará su transición al mundo laboral, evitando que las organizaciones deban empezar desde cero en cuestiones básicas. Hacer conciencia comienza en casa. Si actuamos hoy, ellos estarán mejor preparados para el mañana. ¿Qué estás sembrando en tu hogar? Sigamos co-creando el futuro juntos Noelia 🧡

El hecho de que muchas personas no prendan la cámara no va a cambiar por imposición, pero sí podemos buscar formas creativas y empáticas para motivar a nuestro interlocutor a encenderla. ¿Cómo hacerlo? Aquí algunas estrategias prácticas: 📢 Escuchar y comprender las resistencias Pregunta directamente: “¿Qué te impide prender la cámara?” A veces, abrir el diálogo es suficiente para reducir tensiones y generar confianza. 📢 Explicar el valor de la cámara encendida Haz evidente su impacto: “Ver nuestras caras nos ayuda a entendernos mejor, empatizar y trabajar como un equipo más conectado.” 📢 Modelar el comportamiento deseado Los líderes deben ser los primeros en encender la cámara, mostrando vulnerabilidad y autenticidad. Si tú la prendes, el equipo te seguirá. 📢 Flexibilidad con empatía Entiende que esto es un proceso. Ofrece opciones como fondos virtuales o turnos de participación para ayudar a que todos se sientan cómodos. 📢 Crear reuniones significativas Haz que las reuniones valgan la pena: define objetivos claros, genera valor y propón actividades que inviten a la interacción visual. 📢 Fomentar una cultura de conexión Crea un ambiente donde las personas se sientan seguras al mostrarse. La seguridad psicológica y el respeto mutuo son clave para que todos quieran participar. 📢 Usar dinámicas visuales para romper el hielo Empieza con ejercicios que requieran encender la cámara: mostrar un objeto significativo o un gesto que represente el estado de ánimo son opciones simples pero poderosas. 📢 Educar sobre comunicación no verbal Capacita al equipo en habilidades de comunicación efectiva. Destaca cómo la cámara mejora la calidad de las interacciones y potencia los mensajes. La verdad detrás de apagar la cámara: No encenderla puede parecer insignificante, pero tiene un impacto profundo en la calidad de nuestras interacciones. Superar esta limitación no se trata de imponer reglas, sino de construir un espacio donde las personas quieran prender la cámara porque entienden y valoran su importancia. Conectar desde el vernos no es un capricho: es reafirmar nuestra humanidad, construir confianza y recordar que detrás de cada pantalla hay una persona que, como nosotros, busca ser vista, escuchada y comprendida. ¿A ti te pasa esto? Espero que estas ideas te ayuden a transformar tu realidad. Contanos tu experiencia y sigamos co-creando el futuro juntos. Noelia 🧡

Cuando no prendemos la cámara, estamos perdiendo: 😔 Comunicación no verbal Más del 70% del mensaje se transmite a través de gestos, expresiones faciales y lenguaje corporal. Sin esto, las palabras pueden volverse planas y ambiguas. 😔 Conexión emocional Ver a alguien nos permite empatizar, captar su estado emocional y generar cercanía. Sin esta conexión, las interacciones se vuelven más frías y transaccionales. 😔 Acompasamiento y sincronía La cámara facilita que ajustemos nuestro tono, ritmo y lenguaje al del otro, creando una dinámica más fluida y natural. 😔 Confianza y compromiso Cámaras apagadas pueden dar la impresión de desinterés, afectando la confianza y el nivel de compromiso en las interacciones. 😔 Pertenencia al equipo Sin presencia visual, los equipos pueden sentir que trabajan como individuos aislados, debilitando la cohesión y el sentido de unidad. Ahora, si entendemos la importancia de prender la cámara, lo que ganamos es: 😛 Humanizar la interacción Nos recuerda que estamos hablando con personas reales, no solo con voces, nombres en pantalla o un bot frío y distante. 😛 Comunicación más rica y efectiva Captamos matices emocionales, interpretamos señales visuales y ajustamos el mensaje en tiempo real, reduciendo malentendidos. 😛 Cohesión y confianza El contacto visual refuerza el compromiso y el sentido de pertenencia, tanto en reuniones formales como en charlas informales. 😛 Conexión emocional y energética Mirarnos activa nuestras neuronas espejo, fomentando la empatía y alineando nuestras emociones con las del otro. 😛 Liderazgo más cercano y auténtico Un líder con la cámara encendida transmite presencia, compromiso y autenticidad, fortaleciendo la relación con su equipo. Próximo posteo: "Encendiendo puentes: El poder de mirarnos". Sigamos co-creando el futuro juntos Noelia 🧡

Constantemente escucho en organizaciones y entre particulares comentarios como: ▪️ “Cuando tengo una reunión desde casa, no prendo la cámara” ▪️ “Tuvimos la reunión con cámara apagada” ▪️ “El equipo no prende la cámara” ▪️ “No prendió la cámara” Y no solo lo escucho… también lo vivo. Cuando doy una charla, un entrenamiento o una sesión de coaching, debo establecer como parte del acuerdo: “Cámaras ON todo el tiempo”, salvo excepciones por problemas de conexión que, idealmente, deberíamos resolver para que no se conviertan en la norma. Esto me lleva a reflexionar sobre un fenómeno que está transformando nuestra manera de comunicarnos: el uso (o no) de la cámara en el formato de conexión remota que hoy predomina. Más allá de la comodidad o los inconvenientes técnicos, esta práctica tiene un impacto directo en la comunicación, la conexión emocional y la colaboración. Y, en el fondo, revela aspectos culturales, psicológicos y sociales que vale la pena explorar. ¿Por qué no encendemos la cámara? Algunas posibles razones: 🚨 Falta de confianza o comodidad personal 💡 Inseguridades sobre la apariencia o el entorno físico. 💡 Sensación de vulnerabilidad al mostrar un espacio personal. 🚨 Fatiga de videollamadas 💡 El agotamiento emocional de pasar largos periodos frente a la cámara. 💡 La presión de mantener una imagen "adecuada" constantemente. 🚨 Cultura organizacional distante o rígida 💡 En ambientes donde no se fomenta la confianza ni la conexión, la cámara apagada se convierte en la norma. 🚨 Distracciones y multitarea 💡 Muchos prefieren apagar la cámara para realizar otras actividades durante la reunión. 🚨 Falta de claridad en el propósito de las reuniones 💡 Cuando las reuniones no se perciben como relevantes, no solo se apaga la cámara, también el interés. ¿Qué podemos hacer al respecto? Es clave indagar qué está sucediendo y mostrar a tu equipo o interlocutores lo que se pierde al no encender la cámara… y todo lo que ganamos cuando lo hacemos. Mañana en el post: "Lo que NO ves: El precio de la desconexión". Sigamos co-creando el futuro juntos, Noelia 🧡

Hace unos días conversando con un equipo de tecnología, surgió el tema de las conversaciones incómodas... Compartían que, en esos escenarios, preferían quedarse en silencio para preservarse. Les respondí que, en ocasiones, el silencio es salud: antes de decir algo que pueda intoxicar la relación, es mejor callar. Sin embargo, también hay momentos en los que el silencio puede ser nocivo. Juntos, identificamos los momentos en los que el SILENCIO ES SALUD y aquellos en los que el SILENCIO ES TÓXICO. ¡Aquí te los comparto! EL SILENCIO ES TÓXICO CUANDO… 😮 Nos resignamos. 😮 Escondemos los problemas debajo de la alfombra. 😮 Evitamos conversaciones desafiantes. 😮 Hacemos la vista gorda y no nos involucramos en situaciones que impactan al equipo. 😮 Lo usamos como escudo para permanecer en nuestra zona de confort, sumergidos en la incomodidad. 😮 Decimos que "sí" cuando realmente queremos decir "no". 😮 No explicamos ni brindamos más detalles que podrían mejorar la comunicación. 😮 Falta feedback o retroalimentación de cualquier tipo. 😮 No respondemos mensajes, correos o llamadas cuando hay decisiones importantes que tomar. 😮 Se gestionan cambios sin comunicar ni involucrar a las personas afectadas. 😮 Se convierte en una herramienta de favoritismo y exclusión dentro del equipo. 😮 Se usa como castigo: "hacer el vacío", aplicar "la ley del hielo". 😮 Es resultado del miedo. EL SILENCIO ES SALUD CUANDO… 🤐 Estamos en un momento de tensión o conflicto, y necesitamos regular las emociones antes de decir algo que pueda tener consecuencias adversas. 🤐 Elegimos escuchar de forma empática o generativa para profundizar en lo que recibimos y responder con propósito. 🤐 Analizamos resultados para tomar decisiones informadas. 🤐 Nos encontramos en un proceso creativo que requiere introspección. 🤐 Procesamos la aceptación de un fracaso y necesitamos reflexionar, ir hacia adentro y aprender de la experiencia. 🤐 Ofrecemos apoyo emocional a un compañero que no necesita consejos, sino simplemente ser escuchado y contenido con empatía genuina. ¿Te identificás con alguno de estos momentos? Seguramente tenés otros para agregar. ¡Nos leemos! Sigamos co-creando juntos el futuro. Noelia 🧡