Hoy quiero contarles algo que muchos hemos sentido, pero pocos dicen en voz alta: la frustración de buscar empleo.
Imagina a alguien sentado frente a su computadora, con la ansiedad y las ganas de abrir su correo para ver si, por fin, llegó esa respuesta.
No importa cuántos "Gracias por tu postulación, lamentablemente en esta ocasión..." haya recibido, cada notificación sigue siendo una chispa de esperanza.
Esta persona, llamémosla Ana, ha preparado su hoja de vida con cuidado, ajustado cada detalle, incluso dedicado horas a personalizar sus postulaciones.
Después de cada entrevista, revisa mentalmente cada respuesta, cada gesto, cada palabra dicha. Y luego, espera.
Pero lo que más pesa no es la espera en sí, sino el silencio. Las entrevistas pasan, las oportunidades se evaporan y con ellas la confianza de haber dado lo mejor.
Para Ana, el problema no son las puertas que se cierran, sino las que nunca llegan a abrirse por completo.
Porque mientras Ana espera una llamada que nunca llega, el tiempo sigue corriendo. Y no es solo su tiempo lo que se pone en juego, sino su autovaloración.
Cada minuto que pasa sin respuesta es un recordatorio de que, tal vez, para algunos su esfuerzo no es suficiente. Que su tiempo, sus ganas, no valen tanto como pensaba.
Ahora bien, ¿qué pasaría si, por un momento, cada reclutador se pusiera en los zapatos de Ana?
Si entendieran que, detrás de cada perfil, hay alguien dedicando su vida a un proceso que muchas veces se siente deshumanizado. Porque la verdad es que un “no” duele menos que el silencio. Un “gracias por tu tiempo, hoy no será” puede devolver la dignidad y la claridad que muchos necesitan para seguir adelante.
Cuando un reclutador mira un perfil, no solo evalúa competencias; tiene en sus manos la posibilidad de marcar una diferencia, de mostrar respeto por el tiempo y el esfuerzo invertido. Porque al final, las decisiones de hoy pueden impactar la confianza y el bienestar de aquellos que buscan una oportunidad.
Cada hoja de vida es mucho más que un archivo. Es una historia, una vida en construcción. Escucharla con empatía y responder con respeto es más que un acto de cortesía, es un acto de humanidad.
¿Qué opinas? Me encantaría saber tu experiencia, ya sea como reclutador o como alguien que ha estado del otro lado. Te leo en los comentarios.
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Desarrollador Dynamics 365
2moEl gato: "LLamen al gato!!"