Vicky Foods’ Post

Si la empresa es un reflejo de quien la lidera, esto ocurre en empresas personalistas, el líder debe estar haciendo algo bien, ya que el negocio sigue funcionando, pero si el líder es un verdadero ejemplo, motivador y transformador, el talento se queda. Compensa. Viene atraído por la excelencia. Un directivo mediocre emplea su fuerza en manipular a aquellos de quienes depende su bienestar, para mantenerlo. Esto incluye al Consejo, la presidencia y a aquellos que le sean útiles o le rían las gracias. Valoro a quien aprecia, reconoce y recompensa el talento, y deja que ese talento se desarrolle en beneficio de la empresa. Eso es liderazgo, crea afición y compromiso, y también, expectativas.

Los líderes y lideresas mediocres se engrandecen y a veces ocurre, que ya nadie dentro de su empresa "puede pararle los pies", y eso les lleva a destrozar equipos y destrozar vidas personales. Esas personas siguen en su empeño y luego la culpa es de " la empresa". No señores, las empresas las hacen las personas, para bien o para mal.

Muy cierto más jefes controladores que se hace lo que ellos dicen a fuerzas aunque no tengan la razón y no predican con el ejemplo, en todo momento buscan echarte la culpa por todo, ambientes tóxicos, falta de oportunidad de crecimiento profesional, mucho favoritismo tristemente empresa así hay muchas por eso los buenos empleados renuncia y a los empresarios les valen, tristemente no te valoran más en las empresas mexicanas acá en Torreón, Coahuila Mexico buenas empresas a nivel mundial pero las hechan a perder los mexicanos tristemente 🫢🫢🫢

Es un comentario provocador y, sin duda, toca un punto sensible en el mundo laboral. Si bien es cierto que los líderes juegan un papel crucial en la retención del talento, también debemos considerar que los empleados tienen la responsabilidad de buscar entornos donde puedan crecer y sentirse valorados. ¿Es realmente justo culpar únicamente a los líderes mediocres? Tal vez deberíamos reflexionar sobre la cultura organizacional en su conjunto y cómo influye en la experiencia del empleado. Los talentos buscarán siempre lugares donde se sientan inspirados y desafiados, y eso puede requerir tanto una mejora en el liderazgo como una autoevaluación por parte de los propios empleados sobre lo que necesitan para prosperar. Este es un diálogo necesario: ¿cómo podemos crear espacios donde tanto líderes como colaboradores se sientan motivados y comprometidos? La respuesta podría estar en un enfoque colaborativo que potencie a ambos lados.

Qué triste realidad. Es una lástima que muchos líderes no se den cuenta de que su equipo es su mayor activo y que sin ellos, no hay empresa exitosa. He visto a muchos talentos irse por la falta de liderazgo y apoyo. Es hora de que los líderes se den cuenta de que su papel no es solo gestionar tareas, sino también inspirar y motivar a su equipo. Espero que más líderes se den cuenta de esto y cambien su enfoque hacia un liderazgo más humano y empático.

Tiene sentido Rafa Juan. Dejo mi comentario para la reflexión, tal vez no estamos sabiendo "crear o educar" líderes desde la infancia. Metemos a los niños en el colegio con el propósito de que sean buenos estudiantes pero veo que no creamos líderes, no se si sería bueno identificar a aquellos que por sus habilidades puedan convertirse en futuros líderes con la empatía necesaria para liberar.

Con todo el respeto, creo que eso no es verdad ni se le acerca. No te niego que haya casos como mencionas pero no sé bien por qué dices esto cuando la casuística porque el talento se va es infinita. Para retener el talento, hay que tener oportunidades reales para él. Y eso no se pinta ni se inventa. Las oportunidades surgen a cuenta gotas y no hay suficient s para todo el talento. Además, para retener el talento hacen falta medios económicos. El talento no se conforma con cualquier cosa y hace bien. Pero los recursos económicos son limitados y no se pueden destinar exclusivamente a cumplir con expectativas personales por muy lícitas que éstas sean. Pero es que además, y esto es opinión personal, es bueno que una parte del talento se vaya y se recicle. Es bueno para el talento y para el común de los mortales. Polarizar con que la empresa es la mala y el empleado es la víctima solo lleva a la crispación, al enfrentamientoa, a la desinformación y al equívoco. Ojalá un día tengamos todos la valentía de escribir lo que realmente se puede y no se puede hacer con el talento. Hablar con los recursos financieros de los demás, con los planes de desarrollo d los demás es muy fácil.

Creo que uno de los mayores inconvenientes es la escasez de líderes reales en las empresas, y cuanto más grande más desastre. Un verdadero líder no es mediocre, mediocre son los que se creen líderes y realmente están puesto a dedo ocupando cargos que les quedan grandes, por consecuencia esos que sólo por llevar un traje se creen líderes (como si fuese necesario llevar alguna vestimenta especial que no es el caso) son responsables en gran medida de que muchos trabajadores con gran talento abandonen o se vean obligados a abandonar el barco. Pero ahí también tengo que añadir que, la responsabilidad de que eso suceda recae sobre las empresas con sus políticas internas que permiten que esto suceda. Por suerte no sucede en todas las empresas, por desgracia en más de las que nos gustaría.

Totalmente de acuerdo, esa es otra de las realidades dolorosas que a veces se vive en los entornos laborales. Los llamados "líderes" pueden sentir amenazada su posición o comodidad cuando alguien brilla o propone nuevas ideas que cuestionan el statu quo. Y en lugar de apoyar y fomentar la innovación, eligen quitar del medio a esa persona talentosa para evitar el cambio, porque es más fácil mantener las cosas como siempre se hicieron, aunque eso no conduzca al progreso. Este tipo de liderazgo conservador no solo frena la evolución, sino que también mata el potencial de crecimiento de los equipos y, a largo plazo, perjudica a la empresa. Lo triste es que las personas que están haciendo las cosas de manera diferente y mejor, en muchos casos, son las que pueden llevar la organización a nuevas alturas. Es una realidad que muchos no quieren ver, pero es algo que debemos señalar y discutir abiertamente, porque los buenos líderes deben saber rodearse de personas que desafíen las normas y aporten nuevas perspectivas.