AÑO 1978: El futuro prometido (1/2)
En los años '60 y '70, el futuro parecía prometedor. Dibujos animados como los Supersónicos prometían autos voladores, mucamas robot y ciudades en el cielo. Sin embargo, llegando el nuevo milenio, nada de eso se avistaba. Si bien la década de los '90 nos trajo Internet, el gran avance de la IA no se produjo sino hasta muy entrado el nuevo siglo, a finales del 2022. Entonces, ¿por qué no se cumplió el futuro que nos prometieron?.
Una de las razones es que no teníamos una comprensión clara de la tecnología que se necesitaría para dar vida a esas visiones futuristas. Subestimamos cuánto tiempo llevaría desarrollar las tecnologías y la infraestructura necesarias. Tampoco apreciamos completamente los desafíos potenciales y las consideraciones éticas que surgirían con la implementación de tecnologías avanzadas.
Otra razón es que no anticipamos cómo los factores sociales y culturales afectarían la adopción de nuevas tecnologías. Si bien es posible que hayamos estado enamorados de la idea de las camareras robot en los años '60 y '70, ahora sabemos que hay consideraciones culturales y éticas que deben tenerse en cuenta antes de llevar tales innovaciones a nuestros hogares y lugares de trabajo.
Sin embargo, a mediados y finales de los años '70 se produjeron importantes avances en ciencia y tecnología a lo largo del mundo:
Mientras reflexionamos sobre las promesas que aun no llegan, debemos considerar cómo podemos aprender de nuestros errores y construir un futuro mejor para nosotros y las próximas generaciones. Si bien es posible que no tengamos autos voladores ni ciudades en el cielo, hemos logrado avances increíbles en muchas áreas, como la atención médica, las energías renovables y la exploración espacial.
En conclusión, el futuro que nos prometieron en los años '60 y '70 nunca se materializó por completo. Sin embargo, ésto no es motivo para desesperarse. Más bien, es una oportunidad para la reflexión, el aprendizaje y el desarrollo. A medida que avanzamos, recordemos las lecciones del pasado y luchemos por crear un futuro emocionante y sostenible.
El mundo cambia constantemente y nuestras visiones del futuro cambiarán con él. Pero no importa lo que nos depare, una cosa es segura: el deseo humano de crear un mundo mejor siempre será una fuerza impulsora detrás de nuestro progreso.
Carlos Sánchez | Ideas de Garaje 19.04.23