No hagas más zapping...
Desde que decidí cortar por lo sano y dejar mi trabajo fijo para apostar todo por un sueño, ni la noria más grande del mundo puede hacerme volver atrás. Cuando crees que tu vida está a pique de convertirse en un cajón desastre, siempre hay una salida para reconducir el buen camino.
Pero, ¿quién tiene una bola de cristal para adivinar el futuro? ¡Sálvese quien pueda!... Pasa la vida y hay que arriesgar. Saber y ganar no es fácil, ¡pero tampoco imposible! Si siempre me ha apasionado la tele, ¿por qué resistir la tentación?
Como el 7º de Caballería, me lancé a la aventura de luchar por la victoria y completar mi formación. De domingo a domingo recuperé la ilusión y ahora estoy en mi particular operación triunfo.
Si me preguntan: “¿quieres ser millonario?”, simplemente responderé: ¡no sé de qué me hablas!... Queremos saber cuánto ganar antes de demostrar con las manos en la masa que la ruleta de la fortuna, o…, de la suerte…, no te premia si no estás esforzándote en el lugar adecuado. Viví la pandemia en un palomar; sé lo que es adaptarse a todo…, ¡aunque no fuera la casa de mi vida!
No tengo mayor ambición que dedicarme a lo que sé; a lo que me gusta. Y donde pueda seguir disfrutando el desafío de la vida en directo, alzando la voz en un tuti fruti donde no pido más que el precio justo por realizar mi viaje al centro de la tele y trabajar en equipo, con furor, aprovechando la lluvia de estrellas para seguir creciendo y gritando: ¡Qué tiempo tan feliz!
¡Mira quien baila ahora!, una generación Z ansiosa de contenidos random entretenidos pero fugaces…, que ya no estorban a los supervivientes de siempre, porque prefieren otro tipo de pantallas… Y, en este hormiguero de salsa rosa, PASOPALABRA… Me niego a pensar que la tele desaparezca… ¡Todo es mentira!, sabremos reinventarnos…, seguir organizando first dates divertidas para hacer match con la audiencia, caiga quien caiga… ¡Que no me cuenten crónicas marcianas!
Y es que, aquí hay tomate… Lo más plus está por llegar, porque hablando se entiende la basca y no hace falta ganar el juego del euromillón para tener una cita con la vida y llegar a las emociones.
Si me dan a elegir: Megatrix o Super3, ¡qué me dices! Cualquier club es bueno, si por la mañana te inspira sabor a ti, a mediodía alegría, por la tarde ganas de la merienda y, para finalizar el día, te insinúa: ven a cenar conmigo y acompáñame una noche más para cruzar juntos el Mississippi, a la luz de la luna.
Por eso quiero estar ahí…, porque no me cabe la menor duda de que sigo teniendo cabida en muchos formatos, del tipo que sean.
Cierto es que vengo de una tierra de talento, soñada por mí… Música sí, por supuesto…, amo cantar…, pero ¿por qué evitar otros géneros? El tiempo es oro y hay una cosa que te quiero decir: soy Antonio Cañizares y tengo mucho que dar; ¿qué apostamos?
Pese a cualquier parodia nacional, gracias a la tele estamos salvados. Y cuando pase un tiempo y haya formado parte de más aventuras, quiero que me digan: ¡tu cara me suena!, y sepan que pueden contar conmigo para darme un buen veredicto…, porque no hay mejores callejeros que quienes llevan la mochila cargada de experiencias enriquecedoras, para poder transmitir al mundo el APM de la vida: AMOR, PERSEVERANCIA y MOTIVACIÓN.
Ahora, cuenta un, dos, tres y dame la oportunidad de contarte mi verdad para seguir viviendo, a tu lado, este maravilloso juego de la oca, antes de que llegue el cuarto milenio…
No te rías, que es peor… ¡Atrápame si puedes!