Dos conocidos informes han marcado la agenda europea en los últimos meses: Much more than a market, presentado por Enrico Letta al Consejo Europeo en abril y el reciente The future of European competitiveness, presentado por Mario Draghi a la presidenta de la Comisión von der Leyen el pasado 9 de septiembre. Desde un enfoque diferente ―el del mercado interior en Letta y el de la competitividad en Draghi― ambos ponen la innovación en el corazón de la agenda europea. Ambos comparten diagnóstico sobre el gap de la UE con EE.UU. en este terreno, poniendo foco sobre las dificultades para crear y escalar empresas en tecnologías disruptivas en el mercado europeo. Ambos proponen reformas en aspectos clave como el régimen europeo de ayudas de Estado, las directivas de contratación pública, los modelos de las agencias de innovación (en particular el EIC) o los espacios de experimentación (sandboxes). Y ambos incluyen sugerencias concretas en temas como la reforma de los IPCEI (Proyectos Importantes de Interés Común Europeo), el establecimiento de cuotas para CPI en la contratación ―o, al menos, unos estándares que permitan desarrollar capacidades locales en tecnologías críticas―, y la evolución de las agencias de innovación ―hacia instrumentos high risk-high reward― para impulsar proyectos más disruptivos en tecnologías estratégicas como la IA, las cuánticas, la biotech o las cleantech.
En todo este tiempo se han sucedido los análisis sobre estos informes y hecho la pregunta inevitable: ¿cuántas de todas estas propuestas se convertirán en realidades?
Nadie tiene la respuesta cuando hablamos, en muchos casos, de reformas profundas que requieren el concurso de la Comisión, El Consejo y el Parlamento. Entre ambos informes, claro, han pasado muchas cosas: En mayo celebramos las elecciones europeas, en julio fue reelegida von der Leyen ―con un programa de Orientaciones políticas para la próxima Comisión en las que fija su agenda, con mucha carga en competitividad e innovación― y, la semana pasada, la presidenta de la Comisión presentó su propuesta de Colegio de Comisarios, que el parlamento deberá confirmar en las próximas semanas. Como es costumbre, la presidenta emitió una carta de mandato a cada uno de los comisarios y comisarias designados, en las que marca cuáles deben sus prioridades. A partir de ellas es posible saber qué persona impulsará qué temas y en ellas encontramos abundantes referencias Draghi, lo que no sorprende dado que su informe fue encargado por la presidenta.
Por otro lado, el informe Letta fue encargado por el Consejo Europeo y podríamos pensar que tendrá más influencia en los gobiernos de los Estados miembros. De hecho es posible encontrar paralelismos entre Letta y la Agenda Estratégica para el ciclo institucional 2024-2029 adoptada por el Consejo el 27 de junio, antes de la elección de von der Leyen ―éste es, lo prometo, el ultimo documento que cito―. La Agenda se aprueba tras una reflexión de meses y son de naturaleza algo más genérica, como todo documento negociado entre 27, pero en ella laten las preocupaciones comunes: la seguridad y la competitividad de la UE desde el respeto a los valores europeos.
En resumen, podemos dibujar una línea imaginaria que conecta estos cuatro puntos (en orden cronológico): las propuestas de Letta, las prioridades de los Estados miembros, las fijadas por von der Leyen y las sugeridas por Draghi. Es imposible reseñar aquí todas las propuestas en materia de ciencia, innovación, digitalización y salud ―lo que es una buena noticia, porque son muchas―. Reseño solo algunas, partiendo de las cartas de mandato a cada vicepresidente/comisario (insisto, pendientes de ratificación) y enlazando con los documentos citados, como forma de tratar de anticipar el recorrido que podrán tener.
- Teresa Ribera (Vice-President of a Clean, Just and Competitive Transition) deberá impulsar una reforma del marco de ayudas de Estado ―más simplificado y con foco en renovables y descarbonización― que, entre otras cosas, facilite la puesta en marcha de IPCEI que movilicen coordinadamente fondos de los estados miembros en tecnologías disruptivas ―como hidrógeno, microelectrónica o nuevas terapias, por citar algunos en marcha en los que, de acuerdo a los participantes, el proceso ha sido lento y complejo. Son aspectos demandados por Draghi y, aún con más fuerza, por Letta. La Agenda del Consejo es menos explícita, pero clara cuando plantea la necesidades de ganar autonomía en tecnologías críticas.
- Stéphane Séjourné (Vice-President for Prosperity and Industrial Strategy) liderará la puesta en marcha de nuevos IPCEI y la propuesta de reforma de las directivas de contratación, asegurando que el nuevo marco fomente la autonomía estratégica de productos y tecnologías clave, al tiempo que garantiza una “preferencia por productos europeos en la contratación pública dentro de determinados sectores y tecnologías”. Liderará la creación del Fondo Europeo de Competitividad de cara a las perspectivas financieras 2028-2033, centrado en tecnologías estratégicas ―es, de hecho, una nueva versión del fondo propuesto junto con el reglamento STEP―, y que podrían apoyar los IPCEI con presupuesto comunitario, algo que no ocurre ahora. Son aspectos abordados por Draghi pero, especialmente, por Letta, que pide mucha más ambición y financiación común en este terreno ―incluyendo "duplicar el presupuesto del Programa Marco de I+D+i"―. El Consejo es menos directo en su Agenda, pero establece el vínculo entre contratación pública e innovación.
- Henna Virkkunen (Vice-President for Tech Sovereignty, Security and Democracy). Será responsable de lanzar el programa de factorías de IA y el European AI Research Council, al tiempo que impulsa una Ley de chips y, en particular, el plan de chips cuánticos " de acuerdo a lo propuesto en el informe Draghi". Deberá también impulsar una estrategia unificada de datos, a partir de las regulaciones ya aprobadas. Todos son aspectos en los que los informe Draghi y Letta piden apuestas audaces, identificando que el gap innovador entre la UE y EEUU deriva de que no hemos capitalizado la revolución digital comenzada a mediados de los 1990s. El Consejo, por su parte, menciona numerosas tecnologías digitales.
- Ekaterina Zaharieva (Commissioner for Research and Innovation), expandirá las actividades del EIC hacia proyectos mas disruptivos "especially on strategic fields", impulsará una nueva ley europea de innovación que facilite el acceso de las startups/scale ups al capital y a espacios de experimentación. Liderará la estrategia europea de ciencias de la vida, contribuyendo a la ley europea de biotecnología, para facilitar la transición de la biotecnología del laboratorio al mercado. La integración de mercados y mejora de condiciones de acceso a financiación de las startups es central en la reflexión de Letta y Draghi, que ponen números al fenómeno porque el que tantas startups biotech exitosas deciden crecer en EEUU y no en la UE. Como en el caso digital, la biotecnologías también están recogida en la Agenda del Consejo. En relación con la evolución del EIC, tanto Letta como Draghi apuntan a la agencia americana ARPA como modelo a seguir ―un modelo que, conviene recordar, ha inspirado la creación de SPRIND en Alemania y ARIA en Reino Unido―.
- Andrius Kubilius (Commissioner for Defence and Space). El primer Comisario de Defensa de la historia reforzará el Fondo Europeo de Defensa y las tecnologías duales, con foco en ciberseguridad, y apoyará la innovación en el sector del Espacio impulsará el sector del espacio con reglas comunes para toda la UE y con un. El impulso decidido a la industria de defensa europea, integrando y aumentando de capacidades y recursos de I+D, es un pilar del informe Draghi, está presente en Letta y abre la Agenda del Consejo. Es, sin duda, uno de los temas que va a marcar el periodo 2024-2029.
- Olivér Várhelyi (Commissioner for Health and Animal Welfare) liderará las nuevas leyes de biotecnología ―abordando, entre otros temas, los ensayos clínicos y la evaluación de tecnologías― y de la medicamentos críticos, dirigida a reducir las dependencias de la UE en este terreno, continuando el camino de la Ley materias primas fundamentales. Y tratará de cerrar el acuerdo en torno a la nueva legislación farmacéutica ―que busca, no sin controversia, “medicamentos asequibles, accesibles e innovadores”―. El sector de la biotecnología es central tanto en Letta como en Draghi, y puesto como ejemplo de las dificultades de la UE para convertir resultados de I+D en oportunidades de mercado.
En conclusión, está claro que comenzamos un mandato europeo 2024-2029 de alta intensidad, marcado por tensiones geopolíticas y de competencia global que están inyectando sentido de urgencia en los Estados miembros en materia de competitividad e innovación. Está claro también que los mandatos de los comisarios son concretos y ambiciosos. Pero, no lo olvidemos, todas las reformas legislativas deberán pasar por el Parlamento Europeo más fragmentado de la historia.
Un periodo apasionante que seguiremos de primera mano desde
Science & Innovation Link Office (SILO)
, incorporado a nuestra practica todos los nuevos vectores de avance de la UE.
Gerente de ventas en Araya Químicos C.A
2moMe interesa
Director del Máster de Riesgos en ICADE | Profesor de mercados financieros | IEB | NYU | ICADE
2moEs de lectura obligada, gracias Diego Moñux Chércoles!
Projects and Technology Director. IMDEA MATERIALS INSTITUTE
3mo¡Enhorabuena Diego!. Es un artículo muy interesante. Sin duda Europa se juega mucho en los próximos años y la ciencia e innovación van a jugar un papel importantísimo.
R&D Materials Principal Engineer - European Metal Material Lead at HP 3D Metal Jet I Additive Manufacturing I Materials Science & Metallurgy PhD
3moMuy buen artículo, Diego. ¡Gracias por compartir!