La miseria médica, otro síntoma de un sistema fallido

The shocking murder of the CEO of America's largest health insurer has sent tremors through a healthcare system that combines questionable business practices with ineffective oversight and a perverse incentive structure that has relegated patient care to second place behind corporate profits.

(English adaptation at the end)

El asesinato del CEO de la mayor aseguradora de salud de EE. UU. ha conmocionado a un sistema sanitario que combina prácticas empresariales cuestionables con falta de supervisión efectiva y un sistema de incentivos perverso que ha dejado al paciente en segundo plano frente a los beneficios corporativos.

El asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, ha sacudido al sector sanitario estadounidense y puesto de manifiesto las profundas deficiencias del sistema de salud norteamericano, constantemente presionado por el sector privado. Según informa Le Monde, el brutal sistema sanitario del país ha reavivado el debate sobre el modo en que se gestiona la atención médica en un sistema que cuesta muy caro a los pacientes.

Un ingeniero de 26 años, Luigi Mangione, graduado de una de las universidades de élite de Estados Unidos (la Universidad de Pensilvania), presuntamente asesinó a Thompson tras un largo período de aislamiento social provocado por un dolor de espalda insoportable. Las reacciones al asesinato han puesto de relieve el resentimiento persistente y generalizado contra las aseguradoras privadas y un sistema de atención sanitaria desigual: casi el 10% de la población, unos 30 millones de personas, no tienen seguro médico en Estados Unidos.

Y los que tienen seguro médico están cada vez más frustrados por la forma en que operan las compañías sanitarias como subcontratistas de programas públicos, por su búsqueda de ganancias a costa de los asegurados, lo que ha llegado a posicionar a Mangione como un héroe en las redes sociales, añade el diario parisino.

Prácticas cuestionables

UnitedHealth, la mayor aseguradora de salud de EE. UU., ha sido objeto de numerosas críticas y demandas por sus prácticas empresariales. La compañía es conocida por denegar aproximadamente un tercio de las reclamaciones, casi el doble que sus competidores, informa The American Prospect (TAP).

TAP revela cómo UnitedHealth ha establecido relaciones lucrativas de dudosa legalidad con numerosas prácticas médicas y redes de proveedores: generan bonificaciones por derivar a las aseguradoras privadas a los pacientes del servicio público de salud, priorizando sus beneficios sobre las necesidades reales de los pacientes.

Estas prácticas cuestionables subrayan la necesidad de una mayor supervisión en el sistema de salud para proteger los intereses de los pacientes, ya que, a pesar de las numerosas demandas presentadas contra UnitedHealth, el Departamento de Justicia ha declinado intervenir en muchos casos. Esto ha llevado a una sensación de impunidad en el sistema de salud, donde las prácticas cuestionables continúan sin consecuencias legales significativas, según TAP. The Atlantic califica a este sistema sanitario de burocracia rota.

Señal de alarma

Resulta curioso que el asesinato de Thompson se produjera poco después de que un estudio publicado en noviembre por la Harvard Business Review concluyera que Estados Unidos tiene el sistema de salud con peor desempeño entre todos los países de altos ingresos, después de compararlo con los de Australia, Canadá, Francia, Alemania, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Suecia, Suiza y Reino Unido. Otro síntoma de la crisis de un sistema sanitario que TAP denomina miseria médica y que se espera empeore todavía más con el próximo cambio de administración en la Casa Blanca.

Esta expectativa de un mayor deterioro sanitario se ve respaldada por los desafíos que enfrentan los hospitales y sistemas de salud, según informa la Asociación Estadounidense de Hospitales, así como por la disminución de la percepción pública de la calidad de la atención sanitaria, como muestra la encuesta Gallup.

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English adaptation

Medical Misery: Another Symptom of a Failing System

The assassination of UnitedHealthcare CEO Brian Thompson has rocked the American healthcare sector, exposing the deep-seated flaws in the US health system, which is constantly under pressure from private interests. According to Le Monde, the brutal healthcare system in the country has reignited the debate on how medical care is managed in a system that comes at a steep cost to patients.

A 26-year-old engineer, Luigi Mangione, an Ivy League graduate from the University of Pennsylvania, allegedly murdered Thompson following a prolonged period of social isolation brought on by unbearable back pain. Reactions to the murder have highlighted the persistent and widespread resentment against private insurers and an unequal healthcare system: nearly 10% of the population, some 30 million people, lack health insurance in the United States.

Even those with health insurance are increasingly frustrated by the way healthcare companies operate as subcontractors for public programmes, prioritising profits at the expense of the insured. This has led to Mangione being hailed as a hero on social media, the Parisian daily adds.

Questionable Practices

UnitedHealth, the largest health insurer in the US, has faced numerous criticisms and lawsuits for its business practices. The company is known for denying approximately one-third of claims, nearly double that of its competitors, reports The American Prospect (TAP).

TAP reveals how UnitedHealth has established lucrative relationships of dubious legality with numerous medical practices and provider networks: they generate bonuses for referring private insurers to public health service patients, prioritising their profits over patients' actual needs.

These questionable practices underscore the need for greater regulation and oversight in the healthcare system to protect patients' interests. Despite numerous lawsuits filed against UnitedHealth, the Department of Justice has declined to intervene in many cases. This has led to a sense of impunity in the healthcare system, where questionable practices continue without significant legal consequences, according to TAP. The Atlantic qualifies this healthcare system as a broken bureaucracy.

Warning Sign

Interestingly, Thompson's murder occurred shortly after a study published in November by the Harvard Business Review concluded that the United States has the worst-performing healthcare system among all high-income countries, after comparing it with those of Australia, Canada, France, Germany, the Netherlands, New Zealand, Sweden, Switzerland and the United Kingdom. Another symptom of the crisis in a healthcare system that TAP calls "medical misery" and which is expected to worsen even further with the upcoming change of administration in the White House.

The expectation of further deterioration is supported by the ongoing challenges faced by hospitals and health systems, as reported by the American Hospital Association, and the declining public perception of healthcare quality, as shown in Gallup's poll.

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