La retroalimentación y la auto-retroalimentación: un estilo de vida, dentro y fuera del trabajo.
Este es el asunto del 12º encuentro de mi programa de facilitación "Fortaleza Colectiva" para el trabajo en equipo, que recientemente ha encontrado el reconocimiento y la aprobación de Happiness and Life Academy (HALA), de la psicóloga transpersonal Mónica Grossoni. En uno de los proyectos innovadores de HALA, titulado “Liderazgo Consciente: un Viaje a la Autenticidad”, yo trataré el apartado “El Trabajo Transpersonal en el Liderazgo Consciente: la Supra Consciencia”.
Siempre merece la pena tratar cada tema de manera más profundizada, porque nos ayuda a reflexionar sobre la importancia de la comunicación como fuerza imprescindible de cualquier tipo de relación humana. Pero sin desvelar mi técnica rápida de Fortaleza Colectiva, con la que, durante una hora sola, conseguimos enfrentarnos a los temas de forma eficaz y, sacando las informaciones relevantes y trabajando con ellas.
La retroalimentación: ¿Un arma de doble filo o un puente hacia el crecimiento?
Creemos que la retroalimentación es un regalo, pero a menudo la recibimos (o la damos) como una bala perdida. ¿Por qué? Porque muchas veces la retroalimentación se convierte en un juicio, en una crítica sin contexto, en una comparación que nos hace sentir menos.
¿Y si la retroalimentación fuera un faro que ilumina nuestro camino hacia la mejora?
Imaginamos un espacio seguro donde compartir nuestras vulnerabilidades, donde podamos recibir feedback específico y constructivo. Un espacio donde el "yo" se diluya para dar paso al "nosotros" y donde el error sea una oportunidad para aprender.
¿Cómo podemos transformar la retroalimentación en una herramienta poderosa para fortalecer nuestros equipos?
¿Cómo vivimos la retroalimentación en nuestro día a día? ¿Qué cambios nos gustaría ver en la forma en que nos comunicamos y retroalimentamos?
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La auto-retroalimentación es una herramienta poderosa para nuestro crecimiento personal y profesional.
Más allá de los errores: Aprendiendo y creciendo con cada experiencia
A menudo nos enfocamos en nuestros "errores" como si fueran marcas permanentes en nuestra identidad. Pero ¿qué pasaría si los viéramos como valiosas lecciones, como hitos en nuestro camino hacia el crecimiento?
La auto-retroalimentación no se trata solo de identificar lo que hicimos "mal", sino de comprender los procesos mentales y emocionales que nos llevaron a tomar ciertas decisiones. Es una oportunidad para cultivar la autocompasión, reconociendo que somos humanos y que cometemos errores.
¿Cómo podemos practicar la auto-retroalimentación de manera compasiva?
La auto-retroalimentación es un viaje, no un destino. Es un proceso continuo de aprendizaje y crecimiento. Al ser más indulgentes con nosotros mismos, podemos crear un ambiente de aprendizaje seguro donde podamos florecer.
¿Cómo podemos incorporar la auto-retroalimentación en nuestra vida diaria? ¿Qué herramientas o técnicas encontramos útiles?
P.S. Si estás interesada o interesado a conocer más sobre mi programa de Facilitaciòn, hagas click en el enlace para descargar su descripción.