¿Los Lideres Nacen o Se Hacen?
“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, entonces eres un líder”.
John Quincy Adams
A propósito de nacimiento de mi segundo hijo, me vino a la mente aquella vieja pregunta transcendental y casi filosófica como el Ser o No Ser... de la primera línea del monólogo Hamlet de William Shakespeare, que no es otra que aquella que dice si ¿Los Lideres Nacen o Se Hacen? En mi humilde opinión se trata de un proceso que tiene características innatas, otras cultivadas y unas tantas aprendida en este viaje que llamamos vida.
Basado en lo ante expuesto y aunado al hecho que los seres humanos somos seres que aprendemos por experiencias, positiva o negativas, que se nos presentan en distintos momentos de nuestras vida, puedo decir que en lo particular he experimentado algunos acontecimientos que me han originado un antes y un después, además que me han hecho entender que aunque pueda parecer lo mismo, hay una enorme diferencia entre existir y estar vivo, como por ejemplo cada uno de los nacimientos de mis hijos, así como estar al borde de la muerte producto de un infarto al miocardio (con cateterismo y cirugía a corazón abierto incluida), he comprendido esa diferencia, pero la verdadera noción de esa diferencia la experimente cuando la responsable del equipo médico que me atendió durante el infarto, me explico que mi vida dependía de una serie de complicados y arriesgados procedimientos médicos que debían ir haciéndose un paso a la vez, en ese momento contaba con treinta y un años y con poco conocimiento de mí mismo y de la vida.
Puedo aseverar con agrado que ese año empecé a vivir de nuevo, una nueva vida, con otra visión y perspectiva gracias al bypass que no solo hizo funcionar mi corazón, sino también despertar de un profundo sueño. De hecho, hoy (07/07/2018), se cumplen ocho años desde que volví a nacer. Así que, oficialmente, es mi octavo aniversario de vida, la verdad es que me siento más joven que muchos que he conocido. Y no es broma, muchos piensan que este remover de la consciencia es una quimera, una utopía o una ilusión creada por la imaginación y tal vez entiendo las motivaciones que hay detrás de estos pensamientos, ya que yo también soy un escéptico y un desconfiado, no me creo nada, lo único que ha cambiado en mí es que estoy más abierto y reconozco humildemente que sólo puede comprenderse fácilmente y de manera más rápida aquello que se ha experimentado. Por otro lado, la presunción de creer que lo sabemos todo nos impide seguir creciendo y evolucionando, en este punto no pretendo jugar con las palabras, pero ahora sé que no sé nada.
Si en este punto si quisiera resumir mi experiencia lo haría con la siguiente frase: “Me he convertido en un perenne aprendiz. No hay principal escuela que la propia vida. Y no hay mayor trabajo que el de aprender a vivir”.
Todo líder requiere creatividad y un pensamiento crítico, pero unas de las característica primordial que un buen líder debe poseer es el manejo “inteligentes” de las emociones, ya que si carece de carácter y temperamento apropiado no alcanzará nunca el respeto de sus colaboradores, es por ello, que podemos afirmar que el liderazgo es la combinación de una personalidad propicia en una situación favorable, lo que colabora con la tesis que los líderes nacen y se hacen, ya que no se puede negar que hay un potencial inherente que viene en nuestros genes y se construye durante la infancia. Pero también hay otra fuerza, tal vez la más importante, que es el conjunto de influencias externas, adquiridas mediante el conocimiento, la experiencia, las interacciones, más o menos guiadas y decididas por la voluntad libre de cada individuo.
En otras palabras, esto es igual como aprendemos todo en nuestra la vida desde caminar, leer o bailar, el truco está en cuidar los detalles y concentrarse en los procesos y no en los resultados dicho de otra manera para aprender a veces primero hemos de desaprender, ya que no existe una varita mágica que nos convierta en líderes, de la noche a la mañana. Los líderes se van forjando, se van haciendo a sí mismos, y cuando surge el momento, su oportunidad, allí están ellos para dirigir al equipo hacia la meta deseadas.
No todos tenemos las mismas habilidades y destrezas, ni podemos jugar futbol al igual que Leo Messi, ni con horas ni años de entrenamientos, para ello existen características y habilidades tal vez innatas, pero no es menos cierto, que si podemos graduar de abogado o ingeniero con años de estudios obviamente con cierta habilidad y fortalezas que se desarrolla durante esos años de estudios, por esta razón los gerentes y/o lideres hoy deben prepararse, para que apalancado en sus fortalezas sean capaz de construir o modificar los equipos de trabajos o solucionar problemas de forma rápida, ya que la sola noción de que la gente se convierte en líder en virtud de su cargo, está cambiando, esto debido a que hoy a los líderes se les pide que inspiren lealtad entre sus colaboradores de equipo, a través de su experiencia, visión y criterio.
Las organizaciones están pasando de ser jerárquicas, a ser redes de equipos multidisciplinarios, multicultural y/o multigeneracionales, para esta nueva realidad se necesitan líderes de varios tipos, con habilidades para fomentar la inclusión. A medida que las organizaciones se hacen más planas, diversas y globales, paradójicamente el modelo de operación se hace más complejo y se hace necesario tener gente que pueda liderar en varios niveles de la organización. Dicho de otro modo las organizaciones están entendiendo que los requerimientos innatos para ejercer el liderazgo son bajos. La inteligencia emocional, el conocimiento, el aprendizaje y la oportunidad son las claves de todo liderazgo.
Liderazgo = Inteligencia Emocional + Conocimiento + Aprendizaje + Oportunidad
Los antiguos griegos usaban la palabra metanoia -de meta (arriba, más allá) y nous (mente)- para describir un profundo cambio de actitud o perspectiva. Los primeros cristianos la usaron cuando hablaban de arrepentimiento y aceptación de Cristo. En la actualidad, se usa aplicada a la gerencia. En su libro La Quinta Disciplina, Peter Senge, usa la palabra metanoia para describir la profunda experiencia de aprendizaje que deben atravesar las organizaciones si quieren triunfar. "Comprender el significado de metanoia es comprender el significado más profundo de aprender" afirma Senge. "La única cualidad que se puede desarrollar con reflexión (aprender), y práctica constante es el liderazgo de hombres", dijo el presidente Eisenhower, ex Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas en la Segunda Guerra Mundial.
En consecuencia, el liderazgo es el resultado de una personalidad innata, un manejo de las emociones, unida al aprendizaje conquistado y adquirido a través de la formación y del entrenamiento que lleva a una persona a ser la capaz para resolver una situación concreta en un momento oportuno.
Debemos tener la firme convicción de no sentir ningún tipo de miedo de tomar la iniciativa desde nuestra trinchera o puesto de trabajo, porque debemos tener la convicción y tener muy claro que el Liderazgo es una cuestión que no está asociada a la posición de un cargo dentro la estructura del organigrama, sino es hacer las cosas ordinarias de manera extraordinaria y recordar que las acciones de los hombres que desean influir en los demás, no dependen de los otros, ni de las circunstancias, sino que dependen de los objetivos, habilidades, iniciativa y preparación de quienes hacen que las cosas sucedan, de quienes quieren lograr mejores procesos, de quienes quieren ser “protagonista de su propia historia”.
“Hay diferencia entre conocer el camino y caminarlo”.
MORPHEUS, MATRIX