México: el fracaso en salud. Se nota la ausencia de liderazgo.
(Trecera de 8 partes).
El Presidente de México ha dejado muy claro en muchas ocasiones, que su proyecto de “4T”, no es un simple cambio de gobierno. López Obrador lo define como un “cambio de régimen”.
Es precisamente por ello que cuesta trabajo entender como es que para una misión tan ambiciosa, no se rodeó de los mayores expertos que le ayudaran llevar a cabo un proyecto mínimamente exitoso.
El sistema de salud en México siempre fue perfectible; precisamente por ello fue evolucionando paulatinamente, tratando de subsanar carencias, vicios de funcionamiento, burocracia y hasta atavismos en la educación y atención médica.
Mucho de este incipiente éxito se debió a la continuidad que los programas de salud tenían. Si de algo podía presumir el país, es que las autoridades de salud, basándose en principios científicos y razonamiento médico, podían dar seguimiento a lo que se estuviera haciendo bien. La salud no debe saber de política.
Contrario al discurso oficial, la salud en México cuenta con muchas áreas positivas que merecían continuidad. La mayor parte de los ex-Secretarios de Salud, por ejemplo, coinciden en que el Seguro Popular era una de ellas. Sin embargo, el deseo de AMLO de borrar todo y comenzar de nuevo hizo que esta continuidad se perdiera.
3.- Cuando el caos comienza desde arriba
Desde antes de ganar las elecciones, AMLO tuvo tiempo de sobra para buscar a los mejores especialistas en el campo de la salud para hacerse cargo de la Secretaría correspondiente. El problema es que la salud no era (ni es) una prioridad para él.
Lamentablemente, de la actual plana mayor de la Secretaría de Salud, solamente sobresalen tres médicos (incluyendo al Secretario) de excelente renombre y reputación quienes no obstante su preparación técnica y científica, carecen de experiencia en diseño y administración de política en salud.
Fuera de ellos, los altos funcionarios son: una médica, ideóloga de la “medicina social” quien fue Secretaria de Salud en el DF en la administración de AMLO y un pediatra, funcionario de MORENA en Yucatán y sin experiencia ni conocimiento alguno en salud pública o en las áreas de regulación y control sanitario.
Paradójicamente, el Secretario de Salud es un renombrado reumatólogo y respetado investigador, quien súbitamente se encontró atado de manos, sin capacidad de decisión (u opinión) respondiendo a caprichos absurdos de su jefe y enfrentando la dura decisión de negar recursos a sus colegas, auditarlos y secundar las acusaciones de corrupción provenientes del Oficialía Mayor de Hacienda.
El arranque de este equipo solamente ha tomado hasta el momento 1/6 del tiempo de la administración y se dice dice al interior de la institución que ha sido verdaderamente tortuoso.
La enorme falta de comunicación y las diferencias internas se hicieron patentes desde hace algunos meses en la presentación del (primer intento de) Plan Nacional de Salud: Diapositivas con formatos distintos, datos variopintos que iban desde lo repetido a lo contradictorio, cero objetivos y mecanismos de medición y una falta de dirección que se hizo patente en sendas presentaciones en las Academias Nacionales de Medicina y de Cirugía.
Durante una revisión de avances del Gabinete a finales del primer trimestre de Gobierno, AMLO mostró abiertamente su descontento con la Secretaría de Salud, quien no tenia un solo resultado tangible que mostrar, ni dinero que reasignar para los programas sociales del Presidente.
El caso es que a un año de iniciado el gobierno actual, México no cuenta con un Plan Nacional de Salud, mas allá de de una veintena de diapositivas con buenas intenciones y proyectos reformadores.
En doce meses, en salud, este gobierno:
- Cambió de nombre al Cuadro Básico Interinstitucional
- Centralizó totalmente del proceso de compras, dejándolo todo a cargo de la Oficialía Mayor de Hacienda
- Desapareció el Seguro Popular.
- Ha visitado incesantemente unidades de salud, haciendo discursos y proselitismo en el camino.
Eso es todo.
En el camino, se perdió continuidad en los programas de prevención en salud, se ha descuidado la emergencia nacional por obesidad y diabetes, llevamos meses sin vacunas contra el sarampión y el sistema de adquisiciones se encuentra descarrilado con quejas de desabasto que surgen cada semana.
Nadie levanta la voz por la salud.
Hoy más que nunca, el sistema necesita héroes. Lamentablemente estos no aparecen.
Director General at KRANKENHAUS S.A. de C.V.
5yA parte de la falta de liderazgo esta la falta de planeación y los recortes financieros, miremos nada mas la creación del Instituto de Salud para el Bienestar que sustituye al Seguro Popular, una de las razones de esta sustitución es porque existía corrupción a través del ramo 33 FASSA, hasta ahora no hay ningún detenido por corrupción. Tanto alboroto para nada
Dirección y Gestión Estratégica Hospitalaria
5yDe la misma manera durante años los líderes de la salud (Perfil médico mayormente) intentaron gestionar sin éxito los recursos destinados a esta. Lamentable ver hacia el interior de las instituciones el poco oficio y las escasas competencias con las que se gestionan las organizaciones. Era de esperarse que la salud fuera tierra de nadie y seguirá siendo mientras se siga pensando que los médicos con su sola vocación, capacidades y trayectoria científica son suficientes para gestionar de manera adecuada al ecosistema organizacional mas complejo que existe.