Propiciar el bienestar físico para lograr la equidad de género
En la Fundación Otero Liévano estamos comprometidos con la equidad de género. Trabajamos para que las niñas, las adolescentes y las jóvenes en situación de vulnerabilidad tengan más y mejores oportunidades de vida y cuenten con herramientas para construir un futuro próspero. La salud física hace parte fundamental de este propósito; no solo porque hay una correlación entre bienestar y rendimiento escolar, si no porque tener hábitos saludables las ayudan a tener un mejor desarrollo físico, mental, psicológico y social que las benefician en esta etapa de la vida y en el futuro.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (2018), los buenos hábitos en la alimentación empiezan en los primeros años de vida y llevar una dieta sana ayuda a prevenir la malnutrición, así como cardiopatías, diabetes y otras enfermedades. A este propósito también contribuye la actividad física, que además, de acuerdo a UNICEF (2019) ayuda a la salud mental y mejora el aprendizaje.
<<El consumo en exceso de azúcar favorece la aparición de enfermedades como la depresión y la ansiedad; en cambio, tener una rutina de actividad física, una alimentación saludable, evitar los alimentos ultra procesados y una buena rutina de sueño pueden determinar la calidad de vida para evitar enfermedades crónicas no transmisibles. >> Hernán Darío Arenas, coordinador de hábitos saludables de la FOL.
De esta manera, para aportar a la equidad de género se hace necesario construir un contexto en donde se comprenda al ser desde su manera multidimensional. En la FOL brindamos experiencias a las niñas, las adolescentes y las jóvenes para el desarrollo de habilidades y competencias en áreas Steam, las apoyamos en su formación académica, les brindamos un espacio seguro y promovemos su bienestar físico de acuerdo a sus necesidades.
En 2023, la FOl entregó más de 175.000 raciones de comida entre desayunos, almuerzos y meriendas a niñas, adolescentes y jóvenes de los programas internado y externado en las sedes de Bogotá y Piedecuesta. La alimentación responde a las necesidades nutricionales por edades, y además, se toman en cuenta situaciones particulares, por ejemplo, sobrepeso. De manera complementaria se brindan alternativas para que las niñas practiquen una actividad física, y ellas y sus familias reciben capacitación sobre cómo tener una buena nutrición, lo que ayuda a que se interesen por su salud y formen buenos hábitos para toda la vida.