Sobrevivir o Transformarse

He tenido la oportunidad de conversar con directivos de corporaciones y empresarios de pequeñas y medianas empresas, sobre el contexto actual del país y el mercado; todos sin excepción han o están viviendo algún tipo de transformación en sus empresas, producto de decisiones corporativas, fusiones, desaceleración del mercado, contexto socio-político, los motivos son variados.

¿Podemos decir que algunos de estos eventos son coyunturales? Quizá. Sin embargo, no podemos negar que elementos como la innovación tecnológica, las presiones regulatorias, la necesidad de eficiencia operativa, el nuevo perfil del consumidor (interno y externo), hoy, obligan y obligaran a TODAS (grandes y pequeñas) a reinventarse … o desaparecer.

Hemos empezado el 2017, con el siguiente escenario: reducciones en los tamaños de las organizaciones, replanteamiento de roles, cambios en los modelos de gobierno corporativo, cambios en los modelos de negocio y naturalmente cambios en los procesos, la forma como se hacen el trabajo y como se recompensa; y recién estamos empezando.

Todo proceso transformacional, es acompañado por la ya conocida pero poco interiorizada curva del cambio:

[El modelo de la curva del cambio se basó en los estudios de la Dra Elisabeth Kübler Ross]

Es este modelo el que nos revela la importancia de diseñar una ruta de transformación, que bien estructurada, inspirará a nuestros equipos no sólo a aceptar el cambio sino a involucrarse con él. En esta ruta es clave el liderazgo para establecer un propósito común, que unifique la acción de todos -una visión compartida, mitiga confusiones y potencia el desempeño y engagement de la gente-, es por esto que la comunicación es tan relevante durante un proceso de transformación… es la que facilita el alineamiento y el compromiso, la que genera unificación cultural durante el proceso de cambio.

La comunicación es una poderosa herramienta que permite gestionar los intangibles de la empresa, no sólo protegiendo su valor sino incrementándolo. Hoy por hoy las empresas no crecen si no se diferencian, ya no tanto por el producto como por la relevancia de su marca. En un proceso transformacional hay que cuidar y desarrollar dichos intangibles.

Kotter hace ya 20 años, hablaba de los 8 pasos para liderar el cambio; en base a este modelo, y a la propia experiencia liderando transformaciones organizacionales, me permito sugerir los siguientes aspectos a ser tomados en cuenta al diseñar la ruta transformacional:

• Entender el proceso de cambio y su impacto en las diferentes aristas de la empresa, así como los riesgos asociados.
• Generar el sentido de urgencia, crear la sensación de necesidad (con datos y fuentes legitimas)
• Identificar las principales barreras y aceleradores del cambio, incluyendo un mapa de actores clave.
• Identificar influyentes, referentes de cambio y líderes naturales, que sean la voz de la empresa.
• Crear una visión clara del cambio, mostrando beneficios y futuro de manera simple.
• Escuchar – Comunicar : La transparencia y consistencia en el comportamiento y mensajes de los lideres, es fundamental.
• Mostrar los triunfos a corto plazo, el éxito es un gran motivador.
• Reconocer y premiar a los agentes de cambio.
• Medir lo que funciona y lo que no, enfoque de mejora continua
• Institucionalizar el proceso transformacional: Siempre estaremos expuestos a cambios (crecimientos, fusiones, crisis, cambio en modelo de gestión, etc)

Mil veces hemos escuchado y dicho “el cambio es lo único permanente”, pero como seguimos siendo resistentes a él. Estamos viviendo un momento único en la historia: La 4ta transformación industrial; como líderes de organizaciones no podemos ser ajenos al impacto de este fenómeno en nuestras industrias, clientes, trabajadores, sistemas, formas de vida. Tenemos una mega oportunidad de liderar esa transformación, a través de modelos colaborativos de gestión en donde la co-creación, comunicación e innovación son fundamentales.

Publicado en Código.Pe

Milagros Paredes | @poiparedes