Tres acciones clave contra el overtourism (y a favor del buen turismo)

Me he permitido acercar hasta mi muro un articulo de mi admirada Roberta Garibaldi donde analiza la situación del turismo en su país, su capacidad y su conocimiento hacen que su voz sea muy autorizada.

Francia e Italia, países que conozco bastante bien, siempre he pensado que son hermanos, turísticamente hablando, es por eso que he pensado que su escrito podría aportar luz a muchos de los taquígrafos que maltratan a nuestro sector.

Espero os guste tanto como a mi

"Tres acciones clave contra el overtourism (y a favor del buen turismo)

El verano actual ha incorporado en nuestro vocabulario el término inglés overtourism. La situación insoportable en las Cinque Terre, la aplicación del ticket de entrada en Venecia, y la invasión masiva en todas las principales ciudades de arte (con la polémica desatada en Bolonia por un artículo del New York Times que criticaba la proliferación de la restauración de “tablas de embutidos” en el centro histórico) son aspectos profundamente críticos para el equilibrio de las zonas afectadas por este fenómeno, con todas las consecuencias que ello implica: malestar de las comunidades locales, pérdida de residentes, cierre de establecimientos de servicio para la comunidad, aumento de tiendas turísticas de baja calidad, entre otros. Más allá de las percepciones, los datos oficiales indican que Italia está "afectada" por una distribución desigual de los flujos turísticos, sobre todo internacionales. En 2023, el 48,1% de las llegadas turísticas extranjeras se concentraron en solo seis provincias: Venecia (11,8%), Roma (10,2%), Bolzano (8,4%), Milán (6,9%), Florencia (5,6%) y Verona (5,2%). Y no es un fenómeno reciente. Observando la distribución de los flujos en las seis principales provincias italianas por número de llegadas, el nivel de concentración de extranjeros era del 53% en 2008 y del 51% en 2013. Esto significa que, desde 2008 hasta hoy, aunque han aumentado las entradas internacionales en general, los turistas se están distribuyendo en más regiones y durante más meses. Y eso es una buena noticia, ya que contribuye a reducir el pico de agosto asociado al turismo interno (+4% de presencia turística en diez años, de 2013 a 2023) y se acompaña con la prolongación de la temporada turística, con un aumento más pronunciado de los flujos en otros meses del año, especialmente en abril (+51% de presencia) y en octubre (+35%).

Los problemas desencadenados por el overtourism, por otro lado, no pueden ni deben transformarse en un movimiento anti-turístico, ya que eso ignoraría los beneficios que el turismo aporta no solo a la economía, que representa el 13% del PIB de Italia, sino también a todos los aspectos socioculturales: el turismo contribuye a moldear la cultura global, fomentando el encuentro y el diálogo entre diferentes culturas, creando relaciones y, a través de las visitas, combatiendo estereotipos y prejuicios. Además, puede preservar recursos, usos y tradiciones, y limitar la despoblación de áreas periféricas en favor de las ciudades. El verdadero desafío es "gestionar" estos flujos y contener el overtourism. Sin embargo, este es un desafío complejo, ya que las acciones específicas para mitigar los efectos negativos solo permitirían frenar el problema. En su lugar, es necesario pensar en intervenciones sistémicas que modifiquen la gobernanza actual del turismo, con el objetivo de reducir las diferencias entre áreas y experiencias de alto y bajo aflujo, moviendo los flujos turísticos hacia estas últimas, y creando valor económico, social y cultural. Para que esto suceda, aquí se presentan tres primeros pasos.

El primero es definir un modelo de gestión del turismo. Hoy en día, la situación en Italia es fragmentaria y desigual, con numerosas mejores prácticas que podrían convertirse en ejemplos y modelos para áreas donde se necesitan innovaciones. Un paso importante debería ser la creación de un registro de destination managers, quienes deberían superar un examen de habilitación. El examen es un paso necesario para dirigir una agencia de viajes o ser guía turístico, pero no para quienes toman decisiones que afectan el bienestar de la comunidad local, el desarrollo del sector y la gestión de fondos públicos. Según un análisis de las DMO (Organizaciones de Gestión de Destinos) italianas realizado durante mi experiencia como director ejecutivo de la Agencia Nacional de Turismo-Enit, solo el 55% de los directores tenía un trasfondo vinculado al turismo (público o privado).

La segunda acción es la creación de un centro de estudios nacional con la tarea de analizar el fenómeno en profundidad, mapeando los indicadores y determinando la capacidad de carga de los diferentes destinos, recopilando y difundiendo las mejores prácticas, y proponiendo soluciones concretas a los responsables políticos, convirtiéndose así en un punto de conexión con los territorios.

La tercera acción clave prevé la valorización del turismo rural y de toda la enogastronomía, que es uno de los impulsores capaces de permitir este cambio, ya que puede reequilibrar los flujos entre la ciudad y el campo, así como las áreas interiores. ¿Cómo? En primer lugar, desarrollando un plan estratégico nacional que ponga el patrimonio enogastronómico nacional y sus activos en condiciones de poder crear valor duradero para el sector turístico italiano.

Según una investigación conjunta de OIV y la UNWTO, 21 de los 48 países consultados tienen un plan estratégico nacional para el enoturismo, e Italia no está entre ellos (a diferencia de competidores directos como España). Además, el desarrollo del turismo en las áreas internas requiere la propuesta de un modelo innovador, ya que no se puede replicar lo que es efectivo en Roma o Milán.

Un ejemplo clave son los transportes: mucho se ha enfocado en el tema de los taxis en las capitales, pero ¿cómo podemos llevar eficazmente a los turistas al interior de Molise o Basilicata? Finalmente, la promoción y la información deben reconfigurarse: el interés de los turistas por descubrir destinos menores y poco conocidos es cada vez más fuerte. Basta pensar que el 93% de los italianos quisiera hacer un viaje para descubrir los pequeños pueblos del interior de Italia, principalmente porque los consideran lugares de gran encanto y cultura, pero solo el 58% ha realizado al menos uno en el último año. Este deseo generalizado solo se puede concretar si existen condiciones específicas, principalmente la accesibilidad con transporte público y la información, que son los principales puntos débiles para quienes han realizado un viaje a estas áreas."

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Joan Gou Campamar,Ramon Iglesias Tovar,Victor Martin Font,CLOTILDE TESON RUIZ,Soazig Darnay,Joan Casas,Luis Sanchez,Eugenia Gómez Ruiz,Maite Santaclara,Pepe Villarrubia,Xavi Socías,Daniela Fernandez,Maria-José Anía Lafuente,Sara Colmenero Serrat,Josep Inarejos,oriol pérez de tudela,Jordi Bou,Manel Colmenero Larriba, Damià Serrano Miracle (PhD) Marta Domènech i Tomàs Juan Castro León Eduardo Serrano Martínez Rainer Brusis David Mora Chelo Miñana Zaida De Semprún y Gómez de Segura Víctor Manuel Sixto Sanjosé Manuel A. Romero Ligero Emilio Díaz Fernández Anna Sans Anna Maria Sánchez Orensanz Enric López C. Fernando Gallardo Joan Miquel Gomis López Marian Muro JAUME Salvat Eduard Prats David Esteller Martí Salvador Anton Clavé Patrick Torrent Toni Massanés Ruth Troyano Puig Eva Vicens Chiara Gai Virginia Borges