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El portero del Bochum fue golpeado hoy en la cabeza por un mechero aparentemente lanzado desde las gradas del Union Berlin en el minuto 89 y ambos equipos tuvieron que abandonar el campo a instancias del árbitro.
Patrick Drewes se disponía a ejecutar un saque de meta en el último minuto cuando fue alcanzado por un objeto similar a un encendedor. Se sentó y recibió tratamiento médico. El árbitro suspendió el choque en el 90' y sacó a ambos equipos del campo. Unos 25 minutos más tarde se reanudó el partido y Drewes fue sustituido por el delantero Philipp Hofmann. Pero aparentemente ambos equipos acordaron no intentar anotar y agotar el tiempo sin disputar la pelota.
Los jugadores, durante los últimos tres minutos del choque, se pasaban el balón por el campo, caminaban y conversaban con los rivales mientras esperaban que el árbitro declarara terminado el partido. Bochum ya había realizado cambios en tres momentos diferentes del partido, por lo que no habría sido posible incorporar otro portero para reemplazar a Drewes. Bochum terminó el partido con nueve jugadores debido a la ausencia de Drewes y a una tarjeta roja anterior.
El Union quedó en el puesto 12 y el Bochum último en la Bundesliga de 18 equipos. Una vez terminado el encuentro, según el tabloide alemán BILD, se intentó encontrar al agresor, con éxito tal y como ha anunciado el club de la capital. A su vez, el director general de los visitantes, Ilja Kaenzig declaró que el colegiado, en el momento de la agresión, "debió de pitar el final del encuentro", y que "hemos anunciado que terminaríamos el partido con un depósito de protesta. Apelaremos el lunes. Si lo interpretas de acuerdo con las reglas, supongo que se contará para nosotros".
Declaraciones de los involucrados
El colegiado del encuentro, Martin Petersen, confirmó que el entrenador del Bochum y el director deportivo del Union Berlín Dieter Hecking y Horst Held "estaban con nosotros en el vestuario y acordaron continuar el partido". Además, el jefe del colegio de árbitros alemán, Knut Kircher explicó a BILD que el trencilla gestionó la situación a la perfección: "El árbitro mantuvo la calma, asumió a todos los responsables y reaccionó exactamente bien".
Siguiendo con más declaraciones, el delantero del Bochum, Philipp Hofmann, comenta que él no vio la acción, y que cuando llegaron al lugar donde había ocurrido la agresión, les lanzaron más mecheros: "Acordamos que jugaríamos la pelota de un lado a otro, esto no puede suceder. No lo vi en absoluto, pero se puede ver en las fotos y cuando corrimos hacia allí, llegaron más mecheros".
El director deportivo del Union Berlín, Horst Heldt, declaró que en primer lugar, "el Bochum no quería acabar el partido". Luego añadió que el pacto de no agresión durante los minutos finales se dio para que "el partido pudiera terminarse".