Asegúrate primero que lo son. Muchos problemas son imaginarios o están mal valorados.
Mira más allá de lo urgente, aprende a priorizar lo que realmente importa.
Como cuando un buen analista de “branding” quiere hacer entrevistas a tus clientes.
Lo mismo sería bueno que tú también lo hicieras.
A veces, logras averiguar cosas que no sabías.
Por ejemplo, que el uso que hacen del producto que te compran es, ligera o dramáticamente diferente al que tu creías.
Muchos de los problemas que encuentras en tu empresa a diario, están generados por los propios empleados, malos procesos y falta de tecnología.
Aprende a distinguir problemas.
Separa los urgentes de los importantes.
Crea sistemas internos para la resolución de problemas urgentes que no necesiten de tu atención.
Dedica tu tiempo a pensar en cómo resolver los problemas importantes.
Que el día a día no frustre tu capacidad imaginativa.
Selecciona bien los problemas que quieres solucionar.
Da espacio a tus empleados para resolver cualquier problema urgente que no sea importante.
Ten sistemas informáticos que descubran problemas antes de que ocurran.
Un proveedor se está retrasando con un producto clave y mi informática me tiene que avisar con tiempo, de que voy a tener problemas de entrega de mis productos.
Esto me permitirá hablar con el cliente y pedirle un retraso en la entrega o buscar otro proveedor de lo que me hace falta para cumplir con mis pedidos.
Crea mediciones que sean formas de saber lo que te espera dentro de tres, cuatro o cinco meses.
Ten un área de ventas fiable.
- ¿Fiable?
Que cumpla sus compromisos.
Elimina los “es que”.
Crea poco a poco, a medida que la tesorería te lo permita –incluso algo antes– un equipo que lleve el día a día, y sólo te necesite para las decisiones importantes.
Delega.
Sí, es cierto, no lo hacen como tú, pero a la larga lo harán mejor.
Consigue un clima motivador que atraiga talento.
Mantén el contacto con los que, después de unos años contigo, se hayan ido.
Crea una red de ex que hayan disfrutado en tu empresa.
En resumen, aprende a identificar, priorizar y delegar, permitiendo que tu equipo crezca mientras tú te concentras en lo estratégico.
Otros artículos relacionados:
0 comentarios