Escrito por la Dra. Tinsay Ambachew Woreta, doctora en medicina y con una maestría en Salud Pública (MPH, por sus siglas en inglés), con Keri Wiginton.
La Dra. Woreta es profesora adjunta de Medicina y directora del programa de becas en Gastroenterología y Hepatología de Trasplante en Johns Hopkins University School of Medicine en Baltimore. La información presentada aquí incluye sus investigaciones y conocimientos como profesional médica; la Dra. Woreta no participó en el desarrollo ni en los ensayos clínicos de resmetirom (Rezdiffra).
La esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH, por sus siglas en inglés) es una enfermedad en la que se acumula un exceso de grasa en el hígado. MASH, previamente conocida como esteatohepatitis no alcohólica ( NASH, por sus siglas en inglés), es un subtipo de la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), antes llamada enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés).
Junto con altos niveles de grasa en el hígado, las personas diagnosticadas con MASLD tienen al menos uno de los cinco factores de riesgo cardiometabólicos. Esto puede incluir sobrepeso u obesidad, prediabetes o diabetes, presión arterial alta, triglicéridos altos o HDL bajo (el colesterol “bueno”).
MASLD es una causa común de enfermedades hepáticas (del hígado) que afecta a alrededor del 30 % de las personas en todo el mundo. Entre los adultos en Estados Unidos, entre el 1.5 y el 6 % tienen MASH. Esto significa que también tienen inflamación en el hígado que puede causar cicatrización, lo que llamamos fibrosis.
MASH aumenta el riesgo de complicaciones hepáticas como cicatrización permanente, insuficiencia hepática, cáncer de hígado o muerte. Hasta ahora, no se habían aprobado medicamentos para tratar específicamente el daño al hígado causado por la enfermedad.
Pero este es un momento emocionante para las personas con MASH, porque ahora tenemos un medicamento aprobado para tratarla y muchos más medicamentos en desarrollo.
¿Para quién es este tratamiento?
Resmetirom (Rezdiffra) está aprobado para tratar a adultos con MASH que tienen cicatrización del hígado moderada o avanzada, es decir, fibrosis en etapas F2 y F3. Varios estudios han demostrado que la inflamación y la fibrosis son las principales causas de complicaciones y muerte en personas con MASH.
Las calificaciones de fibrosis van de F0 a F4. El puntaje más bajo indica ausencia de cicatrización, mientras que el puntaje más alto refleja cicatrización permanente del hígado. En un ensayo clínico clave de resmetirom, los investigadores incluyeron a personas con fibrosis en etapas F1B, F2 o F3.
Aunque resmetirom no está aprobado para tratar a personas con cirrosis (cicatrización grave e irreversible del hígado), se están realizando investigaciones sobre su seguridad y sus beneficios entre esta población. Sin embargo, esos datos aún no están disponibles.
¿Cómo funciona este tratamiento y en qué se diferencia?
Este medicamento representa un avance en el campo de la hepatología, no debido a su eficacia, sino porque es el primer fármaco aprobado para abordar la causa subyacente del daño hepático causado por MASH.
Hasta ahora, el principal tratamiento consistía en realizar cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta mediterránea y hacer ejercicio cardiovascular regularmente. Las personas con sobrepeso u obesidad suelen mejorar su función hepática si pierden al menos el 10 % de su peso corporal. Sin embargo, pocos son capaces de lograr estos objetivos y ha sido frustrante no poder ofrecerles otras opciones.
Si bien recomendamos incorporar el ejercicio y cambios en la dieta en combinación con el medicamento, resmetirom actúa de manera única al dirigirse a un receptor de hormona tiroidea en el hígado. Esto cambia cómo el cuerpo procesa las células grasas. Y los estudios demuestran que estimular esta hormona reduce el exceso de grasa en el hígado y revierte la fibrosis en algunas personas.
¿Qué tan eficaz es este tratamiento? ¿Cuánto tarda en hacer efecto?
En el estudio más reciente, los investigadores encontraron que el medicamento resolvió la MASH (es decir, no hubo evidencia de inflamación) sin un empeoramiento de la fibrosis en aproximadamente el 26 al 30 % de los participantes que recibieron el medicamento, en comparación con el 10 % de las personas que solo recibieron orientación sobre estilo de vida (grupo de placebo).
En aproximadamente el 25 % de los participantes, el tejido cicatricial en el hígado resultó en una mejoría de al menos una etapa de fibrosis, en comparación con el 14 % del grupo placebo. Este es un beneficio estadísticamente significativo.
Los investigadores observaron una mejoría general en la fibrosis después de un año. Sin embargo, si tomas este medicamento y es eficaz, podrías notar otros beneficios para la salud en menos tiempo. Por ejemplo, podrías observar mejoras en ciertos marcadores de inflamación (según pruebas de enzimas hepáticas) dentro de los primeros 3 meses de tratamiento.
Además, los estudios muestran que las personas que tomaron el medicamento tuvieron una reducción significativa del colesterol LDL en comparación con aquellas que no lo recibieron. Este beneficio se observó después de 6 meses de tratamiento. (El colesterol LDL generalmente se considera el colesterol “malo” que está vinculado a un mayor riesgo de enfermedades cardíacas).
No existe en la actualidad una forma de predecir quién responderá a este medicamento. Pero incluso si resmetirom solo funciona en 1 de cada 4 personas con MASH, es un resultado esperanzador. Para quienes tienen cicatrización del hígado moderada a avanzada, tener un tratamiento que pueda reducir las probabilidades de desarrollar cáncer de hígado, necesitar un trasplante o enfrentar otras complicaciones hepáticas, es un avance increíble.
¿Es seguro este tratamiento?
Según los ensayos clínicos realizados hasta la fecha, este medicamento parece ser razonablemente seguro y bien tolerado. Aunque resmetirom incluye una advertencia sobre la posibilidad de daño hepático relacionado con el fármaco y trastornos de la vesícula biliar, el riesgo general es bajo.
Es importante tener en cuenta que se puede experimentar toxicidad del hígado con cualquier medicamento, y este no es una excepción. Sin embargo, tu médico monitoreará de cerca tus enzimas hepáticas al iniciar el tratamiento.
Deberás suspender el medicamento si tus análisis clínicos muestran signos de daño hepático. Informa a tu médico de inmediato si experimentas signos de efectos secundarios graves, entre ellos, amarillamiento de la piel (ictericia), fatiga, náuseas, vómitos, dolor en el lado superior derecho del abdomen o erupciones.
¿Cuáles son los efectos secundarios comunes de este tratamiento y hay maneras de prevenirlos o manejarlos?
En los ensayos clínicos, los efectos secundarios más comunes fueron diarrea y náuseas al inicio del tratamiento. Estos síntomas generalmente fueron leves y desaparecieron por sí solos sin necesidad de tratamiento médico.
Otros posibles efectos secundarios pueden incluir estreñimiento, dolor abdominal, mareos, picazón y vómitos.
Siempre informa a tu médico sobre cualquier síntoma que te preocupe, incluso si no parece grave. Puedes reunirte con tu equipo de atención médica para encontrar la mejor manera de manejar los efectos secundarios o averiguar si debes detener o modificar tu plan de tratamiento.
¿Cómo se administra este tratamiento? ¿Es necesario hacer pruebas de seguimiento o monitorear al paciente? ¿Es un tratamiento a largo plazo?
Este medicamento se toma una vez al día, con o sin alimentos. Las tabletas vienen en dosis de 60 mg, 80 mg y 100 mg, y la dosis recomendada depende de tu peso corporal.
Al inicio del tratamiento, tu médico monitoreará de cerca tus enzimas hepáticas. Si los resultados son normales después de 1 o 2 meses, es posible que se reduzca la frecuencia de tus análisis clínicos a cada 3 o 6 meses. Tu médico decidirá lo que es adecuado para ti.
Se necesita más investigación para determinar si este será un tratamiento a largo plazo o un medicamento administrado por un tiempo limitado.
¿Quién no debe seguir este tratamiento?
Resmetirom no está recomendado para personas con cirrosis descompensada. Este es un tipo de cirrosis que causa cicatrización grave y afecta el funcionamiento del hígado. Si tu hígado no funciona correctamente, podrías acumular niveles peligrosos del medicamento en tu cuerpo.
Las personas embarazadas o que están amamantando no deben tomar este medicamento. Se necesita más investigación para confirmar si el medicamento es seguro para este grupo.
Resmetirom puede interactuar con ciertos medicamentos, incluidas las estatinas, que se usan comúnmente para reducir el colesterol. Tu médico te informará si necesitas ajustar o suspender algún medicamento.
¿Cuánto cuesta este tratamiento? ¿Está cubierto por el seguro médico y existen programas de asistencia con el costo del medicamento?
Madrigal Pharmaceuticals, el fabricante de resmetirom (Rezdiffra), ha establecido un precio de aproximadamente $47,000 al año. Sin embargo, se espera que los seguros comerciales, como los proporcionados por empleadores, lo cubran.
Si tienes seguro médico privado y no cubre todos los costos, podrías pagar tan solo $10 al mes por Rezdiffra con una tarjeta de copago. Además, el fabricante ofrece un programa de asistencia para pacientes sin seguro médico.
¿Cuándo estará disponibles este tratamiento?
Puedes obtener una receta hoy mismo, pero resmetirom solo está disponible a través de un número limitado de farmacias especializadas. Debido a que es un medicamento nuevo, aún no está claro qué tan rápido o fácil será el acceso. Tu médico seguramente podrá ayudarte a encontrar formas de obtenerlo si lo necesitas.
¿Cómo puedo averiguar si este tratamiento es adecuado para mí?
Si tienes MASH y cicatrización del hígado moderada a avanzada, podrías ser un buen candidato para resmetirom, especialmente si tienes sobrepeso u obesidad y dificultades para perder peso solo con los cambios en el estilo de vida.
Puedes iniciar la conversación con tu médico de atención primaria, aunque es posible que no esté familiarizado con este medicamento o con los criterios para el tratamiento. Tu médico puede derivarte a un gastroenterólogo o a un especialista del hígado (hepatólogo) que trata a pacientes con MASLD o MASH.
Si ya estás viendo a un médico que se especializa en el tratamiento de MASH, programa una cita para hablar específicamente sobre los pros y contras de este medicamento y para determinar si es adecuado para ti.
Como mencioné anteriormente, el tratamiento está aprobado para personas con MASH y fibrosis en etapa 2 o 3. Si no estás seguro de tu diagnóstico, tu médico puede realizar pruebas para determinar si tienes cicatrización hepática y su gravedad.
Se pueden realizar pruebas de laboratorio para descartar otras causas de enfermedad hepática. Sin embargo, para diagnosticar o evaluar la MASH, podrías necesitar una biopsia del hígado o pruebas menos invasivas, como una ecografía, tomografía axial computarizada (TAC) o elastografía por resonancia magnética (ERM).
Incluso si decides no iniciar el tratamiento o no reúnes los requisitos, consulta con tu médico al menos cada 6 meses para monitorear la salud de tu hígado. Aunque la MASH progresa lentamente en la mayoría de los casos, algunas personas experimentan un deterioro más rápido.
¿Qué tan cuidadosamente se estudió este medicamento?
Existen datos sólidos de varios ensayos clínicos que demuestran la seguridad y eficacia de este medicamento en más de 2,000 personas. Según la evidencia disponible hasta la fecha, diría que este medicamento ha sido estudiado con cuidado y cubre una necesidad médica hasta ahora no satisfecha, razón por la cual la FDA le otorgó una aprobación acelerada.
Como hepatólogos, vemos esta necesidad a diario, ya que recibimos en nuestros consultorios a un número creciente de pacientes con MASLD y MASH. La ausencia de un tratamiento hasta ahora ha sido problemática.
Sin embargo, un número cada vez mayor de personas tienen MASH o desarrollarán la enfermedad en el futuro, lo que significa que cientos de miles de personas podrían usar este medicamento. Es posible que surjan otros efectos secundarios o complicaciones cuando el medicamento se estudie en grupos más grandes.
Evidentemente, aún no tenemos datos de seguridad a largo plazo. Esos ensayos están en desarrollo, y la aprobación final de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) depende de los resultados de estudios futuros, los cuales deberían verificar y confirmar que el medicamento es seguro y ofrece un beneficio médico comprobado.