Hay algo que los expertos no pueden enseñar:
1. El experto no siempre es la mejor opción para empezar.
Cuando quieras aprender algo nuevo, lo mejor es que no busques al experto más reconocido en su campo. La “maldición del conocimiento” indica que, cuanto más sabe una persona, más difícil le resulta entender lo que significa no tener ni idea. Esto lo comprobé en mi pregrado, donde tuve dos profesores excepcionales, pero a quienes les costaba mucho conectar con quienes apenas comenzábamos. Los profesores expertos son ideales para cursos avanzados, pero quizá no para los primeros pasos.
2. Escribe tu propio manual de instrucciones.
Si bien es importante contar con mentores, es aún más relevante saber tomar lo mejor de cada uno y dejar de lado aquello con lo que no estamos de acuerdo. Nadie es perfecto, pero eso no significa que no podamos aprovechar al máximo el conocimiento y las cualidades de personas que destacan en áreas en las que buscamos mejorar.
3. Trabajar en solitario es esencial.
Dedicar tiempo a trabajar en solitario ayuda a encontrar un estilo propio, desarrollar resiliencia y perfeccionar las habilidades técnicas de nuestra profesión. Además, en esos momentos de reflexión personal suelen surgir los famosos momentos “eureka”, en los que logramos conectar ideas clave.
4. Haz de la esperanza un hábito.
La esperanza es un combustible poderoso. Convertirla en un hábito puede marcar una gran diferencia en nuestra perspectiva y desempeño diario.
5. Encuentra una afición.
Estudios demuestran que combinar jornadas laborales exigentes con un pasatiempo mejora el desempeño y genera una mayor sensación de progreso. En mi caso, combino lo demandante de mi trabajo con viajes, cine, teatro y ejercicio, que ya forman parte de mis rutinas.
6. Busca cumbres más altas y desafía la gravedad. Todos en mayor o menor proporción hemos vivido momentos donde las fuerzas en contra parecen ser demasiado poderosas (ambientes de trabajo hostiles, jefes de trabajo que no confían en nuestro talento, problemas de salud o la incomprensión que muchas veces viene desde nuestra propia familia), aún así debemos recordar que en los días malos también se puede conseguir salir adelante; siempre es posible superar desafíos y llegar más lejos. Como decía Stephen Colbert: “Creo que es posible salir adelante tirando de uno mismo. Vi a un artista del Cirque du Soleil que era capaz de hacerlo”.