¿Qué diferencia hay entre el porcelánico y la cerámica?

Cuando se trata de revestimientos y suelos, porcelánico y cerámica son términos que escuchamos con frecuencia, pero ¿sabemos realmente en qué se diferencian? Aunque a simple vista pueden parecer similares, estos materiales tienen características únicas que los hacen más adecuados para ciertos usos. Elegir el material correcto puede marcar la diferencia en durabilidad, estética y funcionalidad en un espacio.

En este post vamos a explicar las diferencias esenciales entre porcelánico y cerámica, sus ventajas, desventajas y cuando conviene optar por uno u otro. ¡Sigue leyendo y conviértete en un experto en materiales para tus próximos proyectos de decoración o construcción!

¿Qué es el porcelánico?

El porcerlánico es un material cerámico de alta calidad que se distingue por su resistencia, durabilidad y versatilidad. Se fabrica a partir de una mezcla de arcillas refinadas, arenas y otros minerales, que se compactan a alta presión y se cuecen a temperaturas extremadamente altas, generalmente superiores a los 1.200ºC. Es este proceso de fabricación lo que le confiere unas propiedades únicas que lo hacen ideal para una amplia variedad de usos.

Principales características de los azulejos porcelánicos

- Baja porosidad. Tiene una absorción de agua casi nula (inferior al 0,5%), lo que lo hacer altamente resistente a la humedad y apto para ambientes exteriores o zonas húmedas como baños o cocinas.

- Alta resistencia. Es muy resistente al desgaste, los impactos y las manchas, lo que lo convierte un una opción duradera tanto para suelos como para revestimientos.

- Estética versátil. Gracias a las tecnologías modernas, el porcelánico puede imitar con gran realismo materiales como la madera, el mármol o el cemento, ofreciendo una amplia variedad de diseños y acabados.

- Uso en interiores y exteriores. Su resistencia a los cambios de temperatura y a las heladas lo hace ideal para espacios exteriores, sin sacrificar estilo ni funcionalidad.

Tipos de material porcelánico

Existen varios tipos de porcelánico, cada uno con características específicas que lo hacen adecuado para diferentes aplicaciones. Los principales tipos de porcelánico son:

- Porcelánico técnico o compacto. Es completamente homogéneo en su masa, es decir, tiene la misma composición y características en toda su estructura. Entre sus ventajas destaca su alta resistencia al desgaste, a los impactos y a las variaciones de temperatura. Perfecto para utilizar en áreas de alto tránsito, como centros comerciales, pasillos y espacios públicos.

- Porcelánico esmaltado. Tiene una capa de esmalte en la superficie, lo que le permite tener una mayor variedad de colores, acabados y diseños. En este sentido, presenta una mayor estética y mayor versatilidad en acabados (brillante, mate, satinado). Ideal para aplicaciones decorativas en interiores, como en baños, cocinas o suelos residenciales.

- Porcelánico pulido. Es un porcelánico esmaltado que se somete a un proceso de pulido para darle un acabado brillante y liso. Es muy estético, con un brillo intenso y un acabado suave, lo que lo hace ideal para interiores y arquitectura de lujo, como en viviendas, hoteles o espacios comerciales de alto nivel.

- Porcelánico antideslizante. Tiene un acabado rugoso o texturizado que mejora la tracción y reduce el riesgo de resbalones. Es resistente al agua y a la humedad, ideal para superficies exteriores o áreas húmedas como baños, duchas, terrazas, piscinas, escaleras o zonas de exterior.

- Porcelánico rectificado. Después de la cocción, los bordes de las baldosas se rectifican para que tengan dimensiones exactas y uniformes, lo que permite una instalación más precisa y juntas más estrechas entre las baldosas, logrando un acabado más uniforme y estético. En este sentido, es ideal para espacios que requieren una apariencia moderna y sin fisuras visibles, como en pisos y paredes de interiores.

- Porcelánico imitación (madera, piedra, cemento, etc). Este tipo de azulejos porcelánico está diseñado para imitar materiales naturales como madera, piedra o cemento, utilizando técnicas de impresión digital. Su principal ventaja es que ofrece la apariencia de materiales naturales sin sus inconvenientes (mantenimiento, costes, etc). Por lo tanto, es ideal para lugares donde se busca una estética natural pero con las ventajas del porcelánico, como en suelos y paredes de viviendas, oficinas y restaurantes.

¿Qué es la cerámica? 

La cerámica es un material tradicional y versátil ampliamente utilizado en revestimientos, cerámicas objetos decorativos. Está compuesto principalmente por una mezcla de arcilla y otros minerales que se moldean y se cuecen a temperaturas altas, aunque inferiores a las empleadas en el porcelánico, generalmente entre 800 y 1.000 ºC. Este proceso le otorga sus características particulares, que varían según el tipo de cerámica y los acabados aplicados.

Características de la cerámica

- Porosidad moderada. Tiene una mayor absorción de agua que el porcelánico, lo que la hace más adecuada para interiores y espacios secos, aunque hay versiones esmaltadas que mejoran su resistencia a la humedad.

- Resistencia adecuada. Aunque no es tan resistente como el porcelánico, la cerámica ofrece un buen rendimiento en condiciones normales de uso, siendo ideal para revestimiento de paredes y suelos de tráfico moderado.

- Acabados variados. Puede encontrarse en una amplia gama de colores, texturas y diseños gracias a los esmaltes y decoraciones que se aplican durante su fabricación.

- Coste accesible. En general, es más económica que el porcelánico, lo que la convierte en una opción popular para proyectos con presupuestos ajustados.

Tipos de cerámicas

Los tipos de cerámica se clasifican según su composición, proceso de fabricación y su uso final. A continuación detallamos los más comunes:

- Loza. Es una cerámica hecha de arcillas finas que se cuece a temperaturas más bajas. Normalmente, se utiliza para baldosas, vajillas y artículos de jardín. Destaca por su alta resistencia al agua y alta durabilidad. Su aspecto es más rústico y tiene una superficie porosa.

- Gres. El gres es un material cerámico ampliamente utilizado en la construcción y la decoración, conocido por su resistencia, versatilidad y durabilidad.

- Cerámica vidriada. Esta cerámica es tratada con un esmalte vítreo que le da un acabado brillante y suave. La capa de vidrio proporciona una superficie resistente y fácil de limpiar, además de ofrecer colores y patrones decorativos.

- Cerámica refractaria. Composición hecha de arcillas con alta resistencia térmica. Se emplea en la fabricación de materiales para hornos, chimeneas y otras aplicaciones donde se requiere resistencia a altas temperaturas. Tiene una gran capacidad de soportar calor, lo que la hace ideal para la industria.

Principales diferencias entre el porcelánico y la cerámica

Aunque porcelánico y cerámica comparten similitudes por su origen y uso, presentan diferencias importantes en cuanto a composición, resistencia, estética y aplicaciones. Aquí te presentamos las principales diferencias.

Composición y fabricación

Por su parte, los azulejos porcelánicos se elaboran con arcillas más finas y minerales seleccionados y son sometidos a un proceso de compactación y cocción a temperaturas más altas (superiores a 1.200ºC), lo que le confiere mayor densidad y resistencia. Por otro lado, la cerámica utiliza una mezcla de arcilla más sencilla y se cuece a temperaturas más bajas (800 – 1.000 ºC), siendo un material más poroso y menos compacto.

Porosidad y absorción de agua

El porcelánico tiene una porosidad mínima, con una absorción de agua inferior al 0,5%. Esto lo hace ideal para exteriores, zonas húmedas o áreas expuestas a condiciones extremas. Por su parte, la cerámica es más porosa y tiene una absorción de agua mayor, lo que la limita principalmente a interiores y ambientes con baja humedad, salvo que esté esmaltada.

Resistencia

El porcelánico es más resistente al desgaste, a los impactos y a las manchas. Soporta mejor las condiciones de alto tránsito y cambios de temperatura mientras que la cerámica es más adecuada para uso doméstico en interiores y en áreas de trafico moderado.

Estética y acabados

Ambas ofrecen a día de hoy una amplia variedad de acabados, diseños y colores. Ahora bien, la cerámica no presenta acabados tan sofisticados como el porcelánico, que sí puede imitar fielmente otros materiales como la madera, la piedra, el cemento o el mármol.

En resumen, el porcelánico es un a opción premium por su durabilidad y versatilidad, mientras que la cerámica es una alternativa económica y funcional para proyectos de menor exigencia técnica. La elección dependerá del tipo de espacio, el presupuesto y las necesidades específicas de cada proyecto. 

Cómo elegir entre porcelánico y cerámica

La elección entre material cerámico y porcelánico depende de tus necesidades específicas en cuanto a durabilidad, estética, presupuesto y ubicación en la que va a utilizarse. A continuación te ayudamos a tomar la mejor decisión según diferentes situaciones, pero si tienes dudas, puedes recibir asesoramiento personalizado aquí:

- Para suelos en áreas de alto tránsito. Elige porcelánico si necesitas un material más resistente y duradero. El porcelánico es ideal para suelos en lugares de mucho tránsito, como pasillos, comercios, oficinas y hogares con mucha actividad.

- Para zonas de alta humedad como baños, cocinas, exteriores. El porcelánico es ideal para este tipo de áreas, donde la humedad es frecuente. Debido a su densidad, no se ve afectado por la humedad, lo que previene el crecimiento de moho o bacterias.

- Para estilos modernos y de alta gama. Elige porcelánico si buscas una estética más sofisticada y acabados de lujo. El porcelánico ofrece una gran precisión en la fabricación, imitando materiales como la madera, piedra o mármol, con un realismo excepcional. Si buscas un acabado pulido y elegante para suelos o paredes de alta gama, el porcelánico es una excelente opción.

- Para paredes y zonas de bajo tráfico. Elige cerámica si el presupuesto es más ajustado y el uso menos exigente. La cerámica sigue siendo una opción excelente para paredes y suelos de bajo tránsito, ya que ofrece buena durabilidad y una amplia gama de diseños decorativos.

En resumen, porcelánico y cerámica son dos materiales ampliamente utilizados en la construcción y decoración, pero cada uno tiene unas características, ventajas y aplicaciones distintas. Si buscas un material duradero, resistente y versátil para áreas de alto tránsito o expuestas a condiciones extremas, el porcelánico es la opción ideal. Por otro lado, si priorizas el diseño y la funcionalidad en espacios interiores con un presupuesto más ajustado, la cerámica es un excelente alternativa.

Elegir entre porcelánico y cerámica depende de tus necesidades específicas y del uso que planees darle al material. Ahora que conoces las diferencias principales, podrás tomar una decisión informada para lograr espacios funcionales, resistentes y estéticamente atractivos. ¡Elige sabiamente y haz de tu proyecto un éxito!