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10 exposiciones para refrescarse

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Ilustración ILUSTRACIÓN: MIGUEL ÁNGEL CAMPRUBÍ ir al contenido

10 exposiciones para refrescarse

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10 exposiciones para refrescarse

Es el verano de las mujeres. María Blanchard, Rosario de Velasco, Silvia Bächli, Martha Jungwirth y el arte feminista durante la dictadura protagonizan algunos de los platos fuertes de julio y agosto. Además, la visita revolucionaria que Warhol hizo a Madrid en 1983 y todo el arte de Jordi Colomé en Barcelona

'Fernando Vijande', 1983, de Andy Warhol.
'Fernando Vijande', 1983, de Andy Warhol. Andy Warhol

Warhol & Vijande, cita en Madrid

Museo Lázaro Galdiano. Madrid. Hasta el 25 de julio.

Un bonobús ochentero de la EMT madrileña firmado por Andy Warhol: ¿puede haber una cosa al mismo tiempo más petarda, más cool, más cutrelux? Luce entre la memorabilia de esta muy memorable exposición de cámara. Conmemora la mítica visita de Warhol a Madrid en 1983 para inaugurar la exposición Pistolas, Cuchillos y Cruces en la galería Fernando Vijande: un pedacito de microhistoria que también forma parte de la Historia con mayúsculas, porque señaló simbólicamente, tanto como la entrada en la CEE o el primer Gobierno socialista, el cambio profundo de una España que se sacudía la caspa tras cuatro décadas de franquismo.

El bonobús debió firmárselo impertérrito Warhol a algún fan fatal durante la apoteósica rueda de prensa que dio en la galería, un antiguo garaje reconvertido en el barrio de Salamanca que se había inaugurado con una exposición de las Costus. Junto a la de Juana de Aizpuru o La Máquina Española, servía como dial de la nueva modernidad artística que se ensayaba en España, pasado ya el momento de las zamarras de pana, los bigotes y la canción protesta. “Más Bowie que Brel, más Duchamp que Picasso, más Deleuze que Freud”, como resume Armando Montesinos, que trabajaba en la galería por entonces.

Vijande hizo bien las cosas: apalabró con Warhol la visita madrileña y la exposición de obra nueva, nada de refritos, y se comprometió a vender o quedarse todas aquellas serigrafías de armas y cruces que a la vez invocaban y parodiaban las esencias eternas de la españolada (las navajas, los crucifijos) con un cachondeo que los jóvenes ochenteros y el Almodóvar de las primeras películas también practicaban. Está colgada una que conserva el Reina Sofía, y su retrato por Warhol, pero lo más jugoso desde luego es la mitología oral recuperada (la entrevista con Pitita Ridruejo, las fiestas de Hachuel o Manolín March con lo más granado del petardeo madrileño y que todavía hoy se recuerdan) y las fotos de época: la fauna del Rock-Ola de Miguel Trillo o las de Tere Nieto, que documentan la surreal conjunción de la peluca plateada warholiana ante el rancio Alcázar de Toledo. Menos mal que las hizo: confirman 40 años más tarde que aquello no fue un espejismo. JAVIER MONTES

Más información: El día que Warhol trajo la modernidad a España: “Fue como si nos visitara Dios”

'Das (to Inger Christensen)', 2008/2009, de Silvia Bächli.
'Das (to Inger Christensen)', 2008/2009, de Silvia Bächli.serge hasenböhler

Silvia Bächli: Partitura

Centro Botín. Santander. Hasta el 20 de octubre.

Una partitura en ocho movimientos en formato exposición. Una artista llamada Silvia Bächli (Baden, 1956). Un museo, el Centro Botín. Y una secuencia de dibujos colgados a diferentes alturas que, sala tras sala, van sumando significado en su persistente acumulación. El resultado es una muestra excelente, la primera gran monográfica de la autora suiza en nuestro país, y llena de sorpresas. Por ejemplo, la instalación Das, que Bächli llevó al Pabellón Suizo de la Bienal de Venecia en 2009, obras en papel con superficies coloreadas que van de lo traslúcido a lo opaco. O el mural que firmó junto a Eric Hattan, junto a mesas dispuestas como un rompecabezas. Un manifiesto de su manera de entender el dibujo, lleno de desviaciones y desplazamientos, donde Bächli es la compositora y nosotros, espectadores, los intérpretes. BEA ESPEJO

'Balsa', 2011, de Patricia Dauder.
'Balsa', 2011, de Patricia Dauder. Erredehierro

Patricia Dauder: Unform

Artium. Vitoria. Hasta el 29 de septiembre.

Paciencia y observación definen la hoja de ruta de Dauder (Barcelona, 1973), artista de un rigor y una resistencia radical. Como si fuera una etnóloga, sus proyectos se detienen en el estudio del paso del tiempo y de las huellas que deja en los paisajes naturales y emocionales, dando como resultado obras relacionadas con los restos, la erosión y las ruinas. Dibujos, películas, objetos y fotografías siempre abiertos a lo procesual. De ahí el título de esta exposición, llena de algunas de sus últimas obras, pero sobre todo de materialidades diversas, ensayos fortuitos y correspondencias culturales que hablan de un paisaje más mental que físico, así como de una investigación sobre las posibilidades de ver y representar más allá de lo inmediato. B. E.

'Pensativa', 1935, de Rosario Velasco.
'Pensativa', 1935, de Rosario Velasco. Museo Thyssen

Rosario de Velasco

Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid. Hasta el 15 de septiembre.

Twitter le devolvió a la vida y ahora está en manos del público y las instituciones que ese resurgimiento resulte definitivo. Tras un fructífero llamamiento en redes que condujo a la localización de centenares de sus pinturas y dibujos, Rosario de Velasco (Madrid, 1904-Barcelona, 1991) protagoniza una monográfica que pretende restaurar el tiempo perdido para esta pintora que triunfó en los años treinta y después cayó por el agujero negro del olvido. Falangista, ferviente católica y también moderna, De Velasco bebió del Renacimiento primitivo para crear una obra cimentada en la rotundidad de los volúmenes y las líneas. Su legado se empareja con el de los artistas europeos de la vuelta al orden, movimiento de entreguerras inspirado en la antigüedad clásica. SILVIA HERNANDO

Mas información: Rosario de Velasco, la pintora olvidada del 27, resucita en el Thyssen

Vista de la exposición de María Blanchard en el Museo Picasso de Málaga.
Vista de la exposición de María Blanchard en el Museo Picasso de Málaga. Jesús Domínguez

María Blanchard. Pintora a pesar del cubismo

Museo Picasso Málaga. Hasta el 29 de septiembre.

Se considera a María Blanchard (Santander, 1881-París, 1932) una de las principales representantes del cubismo, aquel arte empeñado en romper definitivamente con la tradición, pero, como defiende el título de esta retrospectiva, fue pintora a pesar de esa corriente. Aunque la historia insista en recordarla solo por aquel primer tramo de su carrera, que desarrolló en el París de las vanguardias junto a su amigo Juan Gris, ella continuó creando durante toda su vida y lo hizo desde la figuración, atendiendo a preocupaciones inéditas en su época que ahora se sitúan en el centro del debate público y le devuelven una vigencia que nunca debió perder: cuestiones como los cuidados, la infancia y la ternura. S. H.

Más información: Al rescate de las artistas de la vanguardia española

Vista de la exposición de María Luisa Fernández 'Sangre en oro', en el Musac de León.
Vista de la exposición de María Luisa Fernández 'Sangre en oro', en el Musac de León. IMAGENMASFCC

María Luisa Fernández

Musac. León. Hasta el 13 de octubre.

María Luisa Fernández inició su carrera en 1979 como la mitad del colectivo Comité de Vigilancia Artística junto a José Luis Moraza. Algunos de los ideales que perseguían, como la crítica al entramado del arte y el interés por aquello que se sitúa en los márgenes continúan presentes en las esculturas y dibujos que la artista presenta ahora en el MUSAC de León bajo el título de Sangre en oro. Figura olvidada y recientemente rescatada de la nueva escultura vasca, Fernández retoma en esta exposición algunas series fundamentales de su trayectoria para sumarles nuevos estratos de interpretación. En el fondo, en eso ha consistido siempre su práctica: en crear significados que dejen poso y se ramifiquen. S. H.

'Toro (Stier)', 2020, de Martha Jungwirth.
'Toro (Stier)', 2020, de Martha Jungwirth. LISA RASTL

Martha Jungwirth

Guggenheim Bilbao. Hasta el 22 de septiembre.

A pesar de ser una de las protagonistas del particular renacimiento de las artes en Viena tras la Guerra Mundial, la artista sigue siendo una relativa desconocida en España. ¿Quizá por su predilección por el dibujo? ¿Por la difusa línea entre figuración y abstracción? ¿Por una defensa del color que huye de adscripciones temáticas y estables en el tiempo? Todas estas preguntas son hoy los puntos fuertes de la retrospectiva, accesible y bien mesurada. A lo largo de 70 obras, es posible entender una visión pictórica que registra, a modo de un dietario, los acontecimientos históricos y el canon artístico. JUAN GALLEGO BENOT

Vista de la exposición 'El poder con que saltamos juntas', en el IVAM.
Vista de la exposición 'El poder con que saltamos juntas', en el IVAM.

El poder con que saltamos juntas

IVAM. Valencia. Hasta el 21 de julio.

La segunda ola del feminismo recorrió Europa en los sesenta, aunque a España y Portugal, sumidas en sus respectivas dictaduras, no llegaría hasta prácticamente una década después. Los nombres de mujeres artistas empezaron a escucharse con una gran fuerza en estos países, aunque en muchos casos los críticos evitaran comentar las políticas del género en sus obras y ellas mismas no hicieran explícita referencia a ello. Patricia Mayayo y Giulia Lamoni reúnen una amplia nómina de artistas en el IVAM para demostrar la relación que existió en los procesos feministas y artísticos de ambos países, para defender una lectura histórica propia del sur de Europa y para poner en contexto a algunas artistas que están ya recibiendo la atención de las instituciones, como Eva Lootz, Elena Asins o Aurèlia Muñoz. J. G. B.

Más información: Al rescate de las artistas de la vanguardia española

'Modena Parade / Corteo Modenese', 2022, de Jordi Colomer.
'Modena Parade / Corteo Modenese', 2022, de Jordi Colomer. JORDI COLOMER

Jordi Colomer. Façana Foto Festa Futur Fideus

MACBA. Barcelona. Hasta el 23 de septiembre.

Llevaba años en lista de espera. El MACBA revisa por fin la trayectoria de Colomer (Barcelona, 1962), uno de nuestros artistas más internacionales de las últimas décadas, pese a que los homenajes no hayan abundado en las instituciones españolas. No es una retrospectiva al uso, sino un encuentro azaroso con sus obras pasadas y presentes, que suelen oscilar entre polos opuestos como realidad e ilusión, centro y periferia, o alta y baja cultura. De sus esculturas de madera, piedra y escayola de los ochenta a sus vídeos creados colectivamente durante los últimos años con ciudadanos anónimos, pasando por sus experimentos con la fotografía, el collage o las acciones en vivo, la exposición pasa revista a una producción multiforme y desigual, pero siempre ingeniosa y pertinente. ÁLEX VICENTE

Vista de la exposición 'Las vacaciones de Franco', en el Museo Bòlit de Girona.
Vista de la exposición 'Las vacaciones de Franco', en el Museo Bòlit de Girona. Carles Palacio i Berta

Vacaciones con Franco. Mis veranos en la España franquista.

Bòlit. Girona. Hasta el 6 de octubre.

En 1951 desembarcó en España el turista un millón, a la vez que llegaba a Madrid el primer embajador de EE UU desde la Guerra Civil. Sería el comienzo de una alianza entre turismo, dictadura y capitalismo que marcó un giro decisivo en la historia española del siglo XX. Esta muestra comisariada por la artista Monika Anselment, berlinesa instalada en la Costa Brava, recorre el bum turístico español con una propuesta novedosa. Basándose en documentos propios como fotos y postales, una serie de artistas alemanes, de Annette Riemann a Jörg Zimmer, realizan un trabajo plástico y conceptual para volver a aquellos años del afán franquista por blanquear el régimen a base de crema solar y el comienzo de una industria masiva que traería tanta riqueza como destrucción. Feliz verano. Á. V.

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