¿Cómo puede superar los desafíos de la debida diligencia en materia de derechos humanos?
La debida diligencia en materia de derechos humanos
La debida diligencia en materia de derechos humanos
Antes de comenzar su proceso de DDH, debe comprender el contexto de su negocio y los posibles riesgos y oportunidades de derechos humanos asociados con sus operaciones, productos, servicios y relaciones. Esto significa llevar a cabo una evaluación exhaustiva y creíble de los factores legales, sociales, ambientales y políticos que pueden afectar su desempeño y obligaciones en materia de derechos humanos. También debe identificar los problemas de derechos humanos más destacados para su sector y las partes interesadas, y priorizarlos de acuerdo con su gravedad, probabilidad y potencial de remediación.
La participación de las partes interesadas es esencial para HRDD, ya que le ayuda a obtener información, retroalimentación, confianza y legitimidad de las personas que se ven afectadas o interesadas en sus impactos en los derechos humanos. Las partes interesadas pueden incluir empleados, clientes, proveedores, inversores, reguladores, sociedad civil, comunidades y titulares de derechos. Debe comprometerse con ellos de una manera significativa, transparente e inclusiva, y respetar sus puntos de vista y expectativas. También debe establecer mecanismos para el diálogo, la consulta, la queja y el recurso, y abordar cualquier inquietud o queja con prontitud y eficacia.
Una vez que haya evaluado su contexto y riesgos y se haya comprometido con las partes interesadas, debe integrar sus hallazgos y recomendaciones en sus políticas, estrategias, procesos y prácticas comerciales. Esto significa incorporar consideraciones de derechos humanos en su gobernanza, gestión de riesgos, toma de decisiones, adquisiciones, desarrollo de productos, marketing y comunicación. También debe tomar medidas concretas para prevenir, mitigar o remediar cualquier impacto adverso sobre los derechos humanos que cause, contribuya o con el que esté directamente vinculado. Debe asignar suficientes recursos, responsabilidades y rendición de cuentas para sus acciones de DDHH, y monitorear y evaluar sus resultados e impactos.
La comunicación y la presentación de informes son cruciales para la DDH, ya que demuestran su compromiso, progreso y desempeño en materia de derechos humanos a sus partes interesadas internas y externas. Debe comunicarse e informar sobre su proceso, acciones, resultados y desafíos de DDH de manera clara, concisa y consistente, utilizando los canales y formatos apropiados. Debe alinear su comunicación y presentación de informes con los estándares y marcos relevantes, como los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, la Iniciativa Global de Presentación de Informes y las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales. También debe buscar comentarios y aportes de sus partes interesadas sobre su comunicación y presentación de informes, y usarlos para mejorar su práctica de DDH.
HRDD no es un ejercicio único, sino un proceso continuo y dinámico que requiere un aprendizaje y mejora constantes. Debe revisar y actualizar su proceso, acciones, resultados y desafíos de DDH regularmente, e identificar las brechas, fortalezas, debilidades y oportunidades de mejora. También necesita aprender de sus propias experiencias, mejores prácticas, desafíos e innovaciones sobre DDDH y de otros, y aplicarlos a su propio contexto y circunstancias. Debe fomentar una cultura de aprendizaje y mejora dentro de su organización, y fomentar la colaboración y el intercambio con sus pares, socios y partes interesadas en DDH.