Equilibrar las pruebas en el diseño orientado a objetos no es una tarea fácil, ya que depende de muchos factores como la complejidad, el tamaño, el alcance del sistema, los recursos y las limitaciones del proyecto, los estándares y expectativas de la industria, y las preferencias y habilidades del equipo. Sin embargo, hay algunos principios y prácticas generales que pueden ayudarle a encontrar un equilibrio razonable y eficaz entre las pruebas y el desarrollo. Por ejemplo, puede aplicar el desarrollo basado en pruebas (TDD) Enfoque que implica escribir pruebas antes de escribir código y luego escribir código que pase las pruebas. Esto puede ayudar a aclarar requisitos, diseñar objetos, refactorizar código, reducir el tiempo de depuración y aumentar la cobertura del código. Además, debe utilizar diferentes niveles y tipos de pruebas, como pruebas unitarias, pruebas de integración, pruebas del sistema, pruebas de aceptación; pruebas de caja blanca, pruebas de caja negra, pruebas funcionales, pruebas no funcionales; para cubrir diferentes aspectos y escenarios de su sistema. La automatización de su proceso de prueba también es una excelente manera de ahorrar tiempo y esfuerzo al tiempo que mejora la consistencia y precisión de sus resultados. Puede utilizar herramientas como xUnit, JUnit, TestNG, Selenium, Cucumber o Jenkins para este propósito. Además, seguir los principios de SOLID puede ayudar a crear objetos cohesivos, desacoplados, polimórficos, abstraídos e invertidos. Por último, revisar y refactorizar el código puede ayudar a mejorar la calidad y la legibilidad, al tiempo que elimina cualquier error o error que pueda haber escapado al proceso de prueba. Puede utilizar herramientas como revisiones de código, métricas de código de análisis de código de programación de pares o patrones de diseño para este propósito.