¿Qué hacer si el diseño de tu lugar de trabajo está causando estrés y alterando el equilibrio entre el trabajo y la vida personal?

Hay claras diferencias entre trabajar físicamente en una oficina o hacerlo desde casa. En el lugar de trabajo compartido hay menos control del entorno, por lo tanto, la evaluación de los elementos debe considerar cuál de ellos puedo controlar y desde allí adaptarme. En cambio, si se trata de un lugar en casa, hay más libertad para alterar el entorno. En mi experiencia, cuando estoy en una oficina, suelo buscar mi espacio con aislamiento acústico (audífonos), lo cual me ayuda a concentrarme. Cuando trabajo desde casa, busco un lugar con mucha luz y hago una separación mental entre las tareas laborales y las de casa, asignando espacios de tiempo para que el entorno de casa no distraiga del trabajo.

Es importante compartir con los compañeros de trabajo, no solo sobre las victorias y logros, sino también sobre aquellas cosas que nos inquietan a nivel individual. Puede ser que esas inquietudes sean síntoma de algo colectivo, o bien pueden ser un indicador importante de la necesidad de adaptación de cada individuo. De igual modo, la retroalimentación entre colegas es relevante para calibrar la expectativa que se tiene respecto del entorno de trabajo y cómo ajustarse a la cultura organizacional.

Si l’aménagement de votre lieu de travail génère du stress et perturbe l’équilibre entre vie professionnelle et vie privée, voici quelques mesures à envisager : Analysez la situation * Discutez avec vos collègues et responsables. * Assurez-vous que votre poste de travail est ergonomique. * Créez des espaces de détente où vous pouvez vous éloigner temporairement de votre bureau * Gestion du temps : Établissez des limites claires entre vie professionnelle et vie privée * Communication avec l’employeur * Décoration personnelle

Los cambios o ajustes que aplicamos no deben ser estáticos, ya que las condiciones o circunstancias pueden modificarse a partir de ellos y requerir nuevos ajustes. Es un constante ciclo de evaluación y acción, donde el objetivo debe ser siempre el equilibrio ideal entre trabajo-vida personal para cada persona. Esto varía según cada individuo y los aspectos que son relevantes en su rutina, aspiraciones, capacidades y objetivos, tanto laborales como personales.

Es recomendable que la evaluación de los ajustes y cambios sea periódica y cuente con espacios para decantar los resultados y así recalibrar las acciones necesarias para la concreción del objetivo. También puede ser beneficioso compartir los aciertos -y desaciertos- con colegas o superiores de confianza, en pos de construir una cultura laboral más saludable.

Hay un sabio dicho: no todos los trabajos son para todas las personas y no todas las personas son para todos los trabajos. Esto es cierto y aplica no solo a nivel organizacional o técnico-táctico, sino que también es válido para formatos de trabajo, como el tipo de jornada, el lugar físico de trabajo, el régimen laboral (presencial, híbrido o remoto), etc. Cada persona valora de forma distinta las interacciones profesionales y encuentra el equilibrio maximizando su desempeño en diferentes formatos que favorecen su forma de relacionarse con el trabajo. Muchos no se cuestionan esto y dan por sentado que deben aceptar las condiciones de los trabajos, olvidando el empoderamiento que trae consigo decidir a qué tipos de trabajos desean exponerse.