Los procesos simplificados están afectando la satisfacción del paciente. ¿Cómo puede garantizar que la atención de calidad siga siendo una prioridad?
En el ámbito de la gestión sanitaria, el impulso de la eficiencia ha llevado a procesos optimizados que tienen como objetivo reducir los tiempos de espera y reducir los costes. Sin embargo, este enfoque en la velocidad y la eficiencia a veces puede afectar inadvertidamente la satisfacción del paciente, lo cual es primordial. A medida que navega por las complejidades de los sistemas de atención médica, es crucial garantizar que la atención de calidad permanezca a la vanguardia de estos cambios. La racionalización debe mejorar, no restar, la experiencia del paciente.