"Una segunda dana sobre las infraestructuras ya en muy mal estado, llenas de barro y con una capacidad de desagüe muy inferior a la que tenían hace tres semanas, puede empeorar mucho las cosas.
El proceso de reconstrucción va a ser muy complicado porque hay poblaciones que se encuentran situadas en zonas inundables y sus infraestructuras no están diseñadas para poder admitir la cantidad de lluvia que está cayendo.
Se han llegado a registrar en algunos puntos hasta 700 litros por metro cuadrado cuando lo habitual es que las infraestructuras admitan un máximo de 200.
Por lo tanto, diseñar nuevas infraestructuras en función de esos momentos tan puntuales supondría levantar todo y volverlo a hacer, y eso no es posible.
Hay que realizar un estudio muy completo de cuáles son las vías de desagüe, los desagües y colectores principales, así como los emisarios submarinos que llevarán toda esa agua al mar para, al menos, redimensionar esas infraestructuras y poner más puntos de captación.
Aun así, ante episodios como el ocurrido poco se puede hacer y seguiremos sufriendo inundaciones y teniendo problemas.
La única solución sería trasladar por completo algunas poblaciones que no deberían estar donde se encuentran.
Por tanto, el panorama no es positivo.
Se puede mejorar pero habría que tomar decisiones y medidas a nivel urbano, evaluar si determinadas grandes cuencas se puedan evacuar a ríos próximos de una forma más eficiente, redimensionar diámetros… hacer un replanteamiento infraestructural de Valencia y de todo el Levante español.
Xavier González, ingeniero y profesor de OBS Business School