El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial: Un Tesoro Histórico y Artístico. Enclavado en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, este monumental complejo construido entre 1563 y 1584 es mucho más que un monasterio: es un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y, por supuesto, un monasterio. Su magnitud y riqueza funcional lo consagraron, desde finales del siglo XVI, como la Octava Maravilla del Mundo. Uno de los aspectos más fascinantes de este lugar son los azulejos que adornan sus estancias principales. El zócalo de azulejos planos según el estilo italiano implantado a comienzos del siglo XVI. Los azulejos recorren las principales dependencias de los frailes, celda prioral y Pinacoteca, y del Palacio de los Austrias (habitaciones de Felipe II, habitaciones de Isabel Clara Eugenia, Salón del Trono, Salón de Embajadores, etc.) y las buhardillas. El encargo de los azulejos fue realizado por Fray Antonio de Villacastín a Juan Fernández, alfarero de Talavera. El contrato del 31 de enero de 1570 obliga a Juan Fernández, maestro azulejero, vecino de Talavera, a realizar 13.000 azulejos a 12 maravedíes cada uno. Los libramientos se van sucediendo a lo largo de los años siguientes. En 1573 se entregan 14.533 azulejos a 11 maravedíes cada uno, más 602 que vinieron quebrados, a 4 maravedíes cada uno. Hoy, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial sigue siendo un testimonio vivo de la grandeza del Renacimiento español, combinando funcionalidad, arte y simbolismo en un espacio único.
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