“Si hubiese o hubiera hecho ….” Cuando escucho esto me viene a la cabeza los primeros minutos de "Regreso al futuro 2", donde un jovencisimo Michael J. Fox. se manda un viaje de 26 años. Se va hasta él año 2015 (donde va). Allí flipa en colores: Monopatines flotantes, televisiones personalizadas en cada unos de las mesas de la cafetería, ropas auto-ajustables… La verdad, siendo como es una película de finales de los 80, es increible como predice ciertas cosas que al final se han dado (patinetes eléctricos incluidos). Bien Hay un momento donde el viejo Doc (que solo tenía 47 años) le dice : " Ni se te ocurra coger nada ya que podrías alterar el espacio-tiempo, y por cierto eso incluye ese almanaque que estás mirando con los resultados de la liga beisbol de los últimos 50 años" Aunque Marty asiente efusivamente con su cabeza Realmente ¿Está atento a sus palabras? O lo único que ve tras ese fino cristal son… Cantidades ingentes de dinero Una vida cómoda y sin sufrimientos “Money (por no hacer) nothing ” Pero ¿Que decisión toma Marty McFly? Hacer caso a Doc, respirar una, dos y hasta tres veces, mantener la calma y seguir su camino pensando que ese dinero no le corresponde y el almanaque debe permanecer allí (por los siglos de los siglos). Opción 2. Emocionado trama un plan para despistar a Doc y hacerse con su preciado botín, sin importarle lo más mínimo las posibles consecuencias. (!Que le den…!) ¿Que escoge? Emoción & Razón ¿Tu que escogerías? Espera Espera… …aún no me contestes. Antes seguimos con Marty ya que es el momento de desvelar su decisión Como te imaginabas después de pensárselo más bien poco(por no decir nada) escoge la segunda opción. ¿Tendrá consecuencias? ¿Sabrá gestionar bien esa fortuna que le ha caído del futuro? Si la has visto ya lo sabrás, y si eres de los pocos que aún no la visto Mira, ya tienes un plan para hoy. Bien Llegados a este punto es posible que pienses que eso solo pasa en las películas, en el mundo real la cosa es diferente. Posiblemente muchos no cogerían el amanaque. ¿Cuanto es muchos? ¿Tú lo cogerías? ¿Te sentirías mal o te contarías una película para justificar tus impulsos más irracionales? Mira La emoción y lo racional no es que se lleven especialmente bien . Entonces que pasa cuando crees está delante del "Almanaque como la copa de un pino”. Cuando crees que es el momento. Cuando oyes pero no escuchas ¿Que pasa? Pues no lo sé. Ohhhh ¿En serio? Si Lo que si sé son algunas soluciones que existen para evitar esto. Fíjate En las misma época que se estrena la famosa saga de “Regreso al futuro” Se creó una advertencia que acompaña desde entonces a todos los productos de inversión. ¿Tuvo que ver “el famoso almanaque” con esto? Es posible. Pero…pero ¿Cuál es esa coletilla? "Rentabilidades futuras no garantizan rentabilidades pasadas" Perdón "Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras" Esto es todo. Todo es esto. Continuará…
Publicación de Guillermo Baamonde
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CUANDO PODEMOS TENER UNA MIRADA LO SUFICIENTEMENTE AMPLIA SOBRE LA VIDA Y SUS DEVENIRES, DE CADA EXPERIENCIA PODEMOS SACAR ALGO QUE ENRIQUEZCA NUESTROS CONOCIMIENTOS Y POTENCIE NUESTRAS HABILIDADES. Estos acontecimientos masivos son un fenómeno sin precedentes. Podés estar de acuerdo o no, para algunos el fútbol es una tontería como lo fue para mí en mi adolescencia. Para otros, una forma de manipular a las masas para distraerlos de los verdaderos problemas de la sociedad. Sea lo que sea, no podemos negar que es un fenómeno digno de observar, tener en cuenta y aprender algo de ello. Me fascina mirar él antes de y el día después. Lee esto, pensando en la empresa. Directores técnicos: LÍDERES TOTALES Los comentarios y reflexiones de los DT son impresionantes, líderes totales que guían en general a un montón de estrellas millonarias con algunos egos de miedo. En cada selección están los mejores jugadores del País. Muchos de ellos jugando en los mejores equipos del mundo donde son titulares, teniendo a disposición lo que se les antoje. Llegan a su selección y el DT los deja en el banco sin poder mostrarse o no tanto como les gustaría. La familia y el País le ponen presión al DT. Para que los utilice. Y qué tal, cuando la selección queda fuera del torneo y el DT. tiene que salir a dar la cara a los medios que quieren ver sangre, humillación y que reconozca que se equivocó, con todo un país detrás pidiendo su cabeza. Y no te digo nada, sobre los 90 minutos en el banco, sintiendo la energía de sus 11 muchachos y de los 11 contrincantes y el aullido de 70.000 almas, a veces simplemente insultándolo y diciéndole hasta de que se va a morir. ¿Y si se van a penales? ¿Sentirán Presión? Todos tenemos presiones de algún tipo, algunas mayores, otras menores, pero parece que son una total e ineludible parte de la vida y el crecimiento. Es un balance que nos da algún tipo de equilibrio, aunque no lo entendamos muy bien. Queremos huir de ello y vivir una vida tipo Hollywood que no existe. ¿Cuál es la respuesta? Aprender a gestionarla, aceptarla, preguntarnos que nos está tratando de enseñar la vida, Dios, el universo y darle para adelante. Si todavía no lo haces, la primera hora del día, es el mejor momento para respirar profundo, aclarar las ideas y consumir algún material que te dé aliento, energía y visión. Hay que salir a la batalla TANQUEADO. La presión no desaparecera, pero tu actitud y determinación la minimisara. Convierte la presión en un escalón, que, en vez de aplastarte, te impulse. Yo estoy en ello, ¿y tú? P.D. No utilizo IA para escribir P.P.D. gracias por compartirlo. https://lnkd.in/epBUmDBB
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El #Team -"¿Que te estoy diciendo?, que lo revivo yo, ¡ imbécil !" Sonó como el estallido de un bofetón en la cara. Yo sabía que Lifeline se había pasado tres pueblos con Vantage, y así se lo hizo saber. Los nervios traicionan. No era que Lifeline fuese mala persona. Era que se tomaba demasiado a pecho el juego y su Kill/Deads ratio. No le gustaba perder. Pidió disculpas, no sin antes explicar por qué lo había hecho, y tras unos minutos de discusión y tensión todo volvió a la normalidad. Pero siguió rumiando entre disparo y disparo hasta que por fin encontró al verdadero culpable, la causa raíz del problema: Yo. Yo, Pathfinder, era la persona que desestabilizaba el equipo, la cizaña, el hater, el desobediente que lo sacaba de quicio, hasta el punto de haberle inducido a insultar. Yo era el que siempre iba por libre, el que se salía de la piara, el que con sus ácidos e irreverentes comentarios generaba ese ambiente tóxico. No seguía sus consejos e instrucciones y según su comprensión de los hechos siempre perdíamos la mayoría de las partidas porque no sabía jugar en equipo. Y yo me reía de sus explicaciones, aún a sabiendas de que tenía una parte de razón. La obsesión por el "looteo" me hacía quedarme atrás. Además me comportaba como un auténtico hater que disfrutaba pinchándole cuando le notaba ese tufillo de experto resabiado. Ni si quiera le conocía en persona. Sólo sabía que era de Colombia, hijo único de un militar retirado, que en mi opinión lo tenía secuestrado a su servicio y le había acabado arruinando la vida. Son curiosas las relaciones online. Hacer equipo con personas a las que no has visto en tu vida. Y el que lea esto pensará qué tiene que ver con muchos de los artículos que pretenden ser didácticos, de esta nuestra comunidad. Pues mucho, tengo que decir. Tiene que ver con la gestión de los equipos deslocalizados, con el #teletrabajo, con la eficiencia y eficacia de los grupos, con eso que llaman talento y productividad. Y sin entrar en detalles, el que realmente no sabía trabajar en equipo, a pesar de sus innegable habilidad para conseguir bajas en el enemigo era él. No bastaba con ser el máster, el que más supiese o el que mejor ejecutase. Para autoproclamarse #líder tenía que saber liderar, asegurarse de que sus instrucciones llegaban a todos y cada uno de los miembros del equipo y eran comprendidas acorde. Tenía que preocuparse por los que se quedaban atrás y conseguir la alineación de los objetivos, tenía que apoyar y revivir, en lugar de buscar únicamente sus kills, en lugar de maldecir a la obeja negra. Los juegos colaborativos online son una buena representación de lo que sucede actualmente en los trabajos. Abundan las personas especialistas muy poco preparadas para gestionar equipos y menos aún para hacerlo remotamente. Así que si alguien necesita consejos y experiencias sobre cómo desarrollar equipos motivados, empoderados y alineados no le preguntéis a Lifeline, hablad con Pathfinder. +Posts: #ElPeri
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¿Cómo hacerle la vida más fácil al Mauricio del futuro? Hace varios meses atrás, usaba una frase frente a problemas que aparecen a última hora o que tienen una espera a mediano plazo, a lo cual respondía: ¡Eso es problema del Mauricio del mañana! Y si, soy ese Mauricio. Esta respuesta, basada en la idea que mañana tendremos más tiempo y más energía, me llevó a terminar con deadlines a la altura del cuello, y con sobrecarga laboral por mala gestión. Y esa mala gestión, aparte de venir desde el Mauricio del pasado, quién me llenaba y llenaba de pendientes, se sumaba a esa estructura laboral muy definida de “lo urgente le quita tiempo a lo importante”, donde pareciera que nuestro trabajo es ser un bombero que va correo a correo, llamada a llamada, apagando incendios pero que al final del día no ha tomado ningún proyecto por pequeño que parezca. Gracias a la ayuda de los libros correctos y algunos podcasts, me resonó la idea de volvernos facilitadores de nosotros mismos, tratando al Mauricio del mañana como una persona que necesitaba ser ayudada y no sobrecargada. Volviéndonos serviciales con nosotros mismos, dejándonos logrados en vez de pendientes. Así comencé a tomar cada pendiente como un problema que resolver y hacerle el día más fácil al Mauricio del futuro, ese Mauricio que quiere estar con su familia en casa, que quiere irse a la playa el fin de semana o que quiere tomarse un café con alguno de sus amigos. También ayudar al Mauricio del futuro, ese que quiere dedicar unas horas el martes a degustar la bodega, o que quiere hacer el cierre de mes sin interrupciones. De esta manera logré estar en paz, no sólo con mis pendientes de hoy, sino que también con mis Mauricio a través de los loops temporales que he creado en mi cabeza, (o simplemente Volver al Futuro ha afectado en mí más de lo que creía). Lo que sí tengo claro, es la satisfacción que significa encontrarse con la camisa planchada a primera hora de la mañana, con los correos del lunes programados el viernes anterior, y con una nota de prioridades pegada en mi pantalla, en vez de una lista interminable de pendientes. Por eso el consejo es ayudarse a sí mismo, con esa llamada por teléfono, ese correo en borradores, o ese café pendiente, porque la única forma de cambiar nuestro futuro, es comenzar hoy. Pd: esta técnica sirve solo para tus propios pendientes, ya que nunca lograrás satisfacer los pendientes de los demás. (Foto: Credenciales físicas del Mauricio del pasado y del presente, y credencial digital del Mauricio del futuro)
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https://lnkd.in/d49fHvqx "...es mejor que cambiemos el propósito de la discusión: no hay que ganar sino aprender. El objetivo no será que mi rival me de la razón, sino que, entre los dos, lleguemos a algún punto. Es una tarea, muchas veces difícil, pues somos orgullosos y nos gusta ganar, pero hay que cambiar el chip. El recientemente fallecido Daniel Dennett, en su muy recomendable Bombas de Intuición, recoge las directrices que debes de seguir antes de comenzar un debate, propuestas por el psicólogo social Anatol Rapoport (el famoso creador de la estrategia toma y daca, ganadora del mítico torneo de dilema del prisionero organizado por Axelrod): Intenta expresar la posición blanco de tu crítica con tal claridad, viveza e imparcialidad que él mismo diga «Gracias, me gustaría haberlo expresado así». Haz una lista de todos sus puntos de acuerdo (especialmente si no se trata de acuerdos generales o extendidos). Menciona cualquier cosa que hayas aprendido del blanco de tu crítica. Solo cuando lo hayas hecho estarás autorizado para decir aunque sea una sola palabra para refutar o criticar. Cuando se siguen estas reglas, un efecto inmediato es que los blancos de tus críticas se vuelven más receptivos a ellas: ya has mostrado que comprendes su postura tan bien como ellos, y también has demostrado tener buen juicio (coincides con ellos en algunos asuntos importantes e incluso algo que han dicho te ha convencido).
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Soñé que lanzaba espadazos, pero no surtían efecto, el rival tenía una poderosa armadura, era 20 centímetros más alto que yo, y en sus ojos había un odio monstruoso. Pero justo en ese momento, durante ese sueño, la idea de no lanzar espadazos, sino una estocada certera entre las placas de la armadura era la solución. Estocadas certeras: precisión sobre fuerza bruta sin sentido. Me desperté y pensé en la gran enfermedad que nos tiene dominados a todos: hacer cosas por la obligación de hacerlas, la moda de la productividad que se justifica por ella misma: por ser aún más productivos, hacer aún más cosas. Si la solución es "hacer", habrá que estar a cada momento decidiendo qué es lo que se va a hacer. ¿Es esto una sana existencia? ¿Son los valores de la actividad superiores a los intelectuales? ¿Es mejor jugador de ajedrez quien come peones envenenados al toque que quien piensa en una defensa o un ataque bien planificados? Si nos autoimponemos el hacer cosas como carnet de los buenos que somos, ¿no estamos olvidando la sustancia y motivos de por qué hacemos cosas? ¿Por qué empezamos lo que hacemos ahora? La productividad por la productividad conduce al desequilibrio entre hacer y el sentido de la cosa, incluso el sentido de la propia existencia. ¿Acaso naciste para producir? ¿No es eso algo reservado a una máquina? ¿No hay algo mejor reservado para una persona? Dos prototipos de personas pueden ser ejemplo y resumen de lo planteado: El ejecutivo agresivo: cuya vida gira en actuar para conseguir constantemente más éxito económico, una escalada de tareas y obligaciones cuyo final es el agotamiento y la crisis nerviosa. El activista político: cuya vida gira constantemente en conseguir el éxito de la conversión política de otros cuyo final es la frustración y el resentimiento. La persona pierde el control y actúa sin pensar, y este actuar cada vez pierde más sustancia, cae en más errores y desvirtúa totalmente el sentido de "por qué empezaste". ¿Cuando tenías 20 años querías ser un ejecutivo agresivo sin tiempo o un inquisidor de la política? Lo dudo. Has llegado a lo que has llegado por dejarte llevar. Detenernos y pensar. ¿Qué sentido tiene? Es mejor vender 20 seguros bien hechos. ¿O acaso es mejor vender 200 seguros mal hechos? ¿Quién ha decidido que esto sea así? Para buscar el sano equilibrio se necesita tiempo, debemos pensar, debemos autoconocernos, debemos aprender, debemos estudiar, debemos observar, pero si solo actuamos y actuamos y actuamos... ¿cuando vamos a observar? Si ya no duermes: detente. Date un paseo por un parque y medita.
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Llegamos al mundo con todo lo que necesitamos. En el proceso que iniciamos en el mundo físico nos agregan todo lo que no necesitamos, pero esto pasa de manera inconsciente. Podría tener el mayor cargo del mundo tener una gran empresa y ser un gran empresario. Podría tener carreras universitarias Podría tener másteres Podría tener doctorados Podría tener la mayor insignia que hubiera en el mundo. Podía ser el mayor inversionista del mundo Lo podría tener todo que no tendría nada porque el juego no es mío. El que creo la Matrix sabe muy bien que yo solo juego a su juego, él puede ser que me deje ganar un tiempo más largo o más corto, pero cuando él decida me puede explotar el globo y quedarse con todo lo que yo logre. Solo era una ilusión, porque el juego no es mío. Uno mismo solo se quedará con las creencias falsas verdades y las emociones que uno se comerá con patatas por no entender. El que creo la Matrix controla el juego, yo solo era un muñeco un peón para él. Si tuviera una gran empresa, o tuviera todos los títulos o máster o doctorados que yo quisiera o desarrollara la profesión que fuera solo hacia una cosa servir al que invento la Matrix y él se estaba sirviendo de mí. Solo era un esclavo un peón un sirviente y los esclavos no tienen ni voz ni voto por eso a mí no me invitan a las reuniones que hacen las elites a puerta cerrada. Como yo no formo parte del comité de administración del que creo la Matrix yo no soy invitado y no cuentan conmigo solo me quieren por una razón para que produzca para ellos. Os voy a dar una buena o mala noticia igual que en el tablero del ajedrez el único que puede cambiar es el peón. En el mundo físico a mí me programaron como un peón = un esclavo, solo el peón se puede liberar de lo que le mantiene encarcelado. No era un peón me programaron como tal y me desconectaron de mi realeza, pero en este proceso estoy volviendo a conectar con mi realeza. Los falsos reyes y reinas se tendrán que ir por donde han venido. Porque hay Reyes y Reinas que están tomando su poder Real su realeza. Real viene de realeza todas las falsas coranas serán fundidas porque No nacen de la realeza real se apoderaron de algo que no les correspondían. ¿Quiero liberarme de esas cadenas que no son físicas son energéticas si o no?
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¿Cuánto vale el valor de la #palabra en una cuestión de confianza? ¿Cuánto vale una dimisión en diferido que no se ejecuta? Es más, ¿cuánto vale un anuncio en diferido de que se va a anunciar vete tú a saber qué? 💬💰🤔 No planteo estas cuestiones desde un posicionamiento ideológico determinado, simplemente desde mi integridad y el entendimiento que 𝗲𝗹 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗺𝘂𝘆 𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿𝗶𝗼𝗿 𝗮𝗹 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗮𝗽𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝘀𝗼𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮. Cuando esto no ocurre, entramos en una dinámica tremendamente peligrosa y, desgraciadamente nos estamos acostumbrado a una deriva en múltiples ámbitos donde la palabra ha perdido su valor. ¿Y por qué traigo aquí, a LinkedIn este debate? Simplemente porque la coyuntura lo ha favorecido y porque 𝘁𝘂 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮 𝘆 𝘁𝘂 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗴𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘀𝗼𝗻 𝗲𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘀𝘂𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝘁𝘂 𝗹𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝘇𝗴𝗼. En un día donde un presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, según la oposición se toma la libertad de 𝑝𝘢𝘵𝘳𝘪𝘮𝘰𝘯𝘪𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳 un Estado,... en el mismo día en el Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona se desdice de su dimisión en diferido,... o en la víspera en el que se plantea la intervención de la Real Federación Española de Fútbol por parte del Consejo Superior de Deportes y la suspensión de un tal Pedro Rocha que 𝑝𝘢𝘴𝘢𝘣𝘢 𝑝𝘰𝘳 𝘢𝘭𝘭í y que había manifestado que solo era una figura de transición sin intención de presentarse a ninguna elección. Y además, esta coyuntura (según cada caso) ocurre el día previo del inicio de campaña de elecciones catalanas, o unos días después de que tu gestión y los resultados asociados han significado tu eliminación de cuartos en Copa de Europa y la (casi) pérdida de la Liga contra tu rival histórico... o cuando deberíamos estar planificando la organización de la Copa del Mundo 2030. 𝗘𝗹 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮 𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗮𝗹𝗰𝘂𝗹𝗮𝗯𝗹𝗲. Cuando alguien emite una promesa, compromiso o declaración, su palabra se convierte en un vínculo de confianza entre ellos y quienes los escuchan o a quienes va dirigida esa promesa. En la actualidad, parece que este valor se está erosionando, y es preocupante observar cómo las palabras se desvinculan de las acciones. Sin embargo, en el mundo de la #postverdad donde los hechos objetivos tienen menos influencia en la formación de la opinión pública que las emociones personales y las creencias subjetivas... 1️⃣ ¿Cómo afecta el liderazgo a la confianza si la promesa no se cumple? 2️⃣ ¿Cómo se puede restaurar la confianza cuando no se cumple la palabra? Hace unos días Macarena Estévez nos recomendaba que debíamos preguntar a la IA de forma diferente. Así, si le preguntamos a ChatGPT qué animal sería alguien que no cumple y falta a su palabra... nos responde un camaleón, la respuesta (sublime) en el primer comentario. Feel free to share your opinions in the comments! 💬
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Retroceder es ganar un poco. Contrario a lo que dice el viejo adagio popular "para atrás ni para coger impulso", hay muchas veces en que si es conveniente y necesario retroceder un poco para tomar impulso, hacer una pausa para repensar estrategias mientras retomamos fuerzas y después seguir adelante en procura de nuestros objetivos. En los negocios, por ejemplo, si no se analiza y se evalúa cada paso, realizando un pequeño alto en el proceso para redireccionar o ajustar la estrategia y las acciones, sería imposible corregir y optimizar cualquier proyecto en curso. En la milicia se habla también en términos de repliegue de tropas, que es cuando el operativo militar retrocede y se atrincheran, mientras le llegan refuerzos o se reabastecen de armas, combustible o municiones, para luego desplegar nuevamente la avanzada de ataque hacia su objetivo. En algunos deportes de conjunto, como el fútbol, también se habla de replegarse y de defender retrocediendo, esperando los momentos precisos, para lanzar las descolgadas o contragolpes rápidos y atacar el arco contrario para poder anotar un gol. En el mundo animal, el colibrí nos da un ejemplo palpable de esta premisa, al ser la única ave que puede volar en reversa, el colibrí va volando entre las flores, se detiene, retrocede, revisa y enfoca rápidamente y se lanza en pos del néctar de la flor que desea. Y así, al igual que en el mundo animal, en los negocios, la milicia o en los deportes, la vida misma nos muestra que muchas veces, debemos detenernos un momento, retroceder un poco, tomar distancia, repensar la estrategia, replantear objetivos y luego con un nuevo enfoque y energías renovadas, emprender nuevamente y con determinación el camino hacia adelante, para lograr las metas y objetivos propuestos.
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A quienes deciden... porque ellos son los únicos que pueden decidir cambiar las decisiones. Spiderman y La Romareda: porque tomar decisiones sin asumir responsabilidades no funciona. Decía el tío Ben, el tío de Spiderman, que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Pero por algún motivo que desconozco, existe una gran diferencia entre la cultura de la responsabilidad en España y la de otros países. No es extraño ver en países más al norte de España que un político dimite cuando mete la pata. Pero en España, en política y en negocios, Dimitir no pasa de ser un nombre ruso. Verbo que, estoy convencido que no se puede conjugar en español en primera persona. Igual que "asumir la culpa". Me sirve el caso de mi ciudad: el Real Zaragoza propone un proyecto por el que asume el coste total de la reforma a cambio de los derechos de explotación del estadio. El ayuntamiento acepta pero la oposición se opone. Supongo que en su papel de opositor se oponen a todo lo que se menea. Como se acerca el mundial y se quiere tener proyecto de estadio, se cambia el proyecto, asumiendo las instituciones públicas parte del coste. Ahora nos cuesta más para que salga adelante. Mientras tanto, el recurso de la oposición, un año después fracasa "no tienen razón" les dice el juez. Dinero y tiempo perdido ¿Alguien dirá aquello de "me he equivocado, asumo la responsabilidad"? Ejemplo uno de mil. Y ahora te digo ¿Y en la empresa? Alguna vez escuchaste aquello de "finanzas tenía razón, nunca debimos darle crédito a ese cliente". ¿Alguna vez has visto una reunión en la que alguien empiece diciendo "nos equivocamos"? No, no voy a decir aquello de "hay que contratar a las personas por sus errores, no por sus logros" que hace años tanto se pregonaba. "En USA si no has fracasado no tienes un buen CV" se decía. Lo que si diré es que si alguien te dice que nunca se ha equivocado, que no ha metido la pata hasta el fondo, si no te sabe decir un momento en el que debió escuchar a otro departamento ¡Huye! Estás delante de una persona que no asume los errores. Y tan malo es el que comete errores como el que no los asume. No contrates nunca a alguien que quiere un gran poder sin asumir una gran responsabilidad. Pregunta en tus procesos de selección por ello. Mira a tu alrededor y dime ¿Asumen sus errores las personas que toman decisiones en tu empresa? Sé sincero contigo, con tu empresa, y no contrates personas que no saben conjugar el verbo equivocarse. Y ahora, sé sincero ¿Cuando fue la última vez que metiste la pata hasta el fondo? 243/2024
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Vale, colega, agárrate que vienen curvas. Voy a soltarte una verdad más grande que las mentiras de un político en campaña, y más potente que el aliento de tu colega después de una noche de juerga. La vida, queridos míos, es como un bufet libre: si te quedas sentado mirando la comida, te vas a morir de hambre. Y créeme, hay demasiados capullos por ahí muriendo de inanición rodeados de oportunidades. ¿Recuerdas esa vez que no pediste el número a esa preciosidad en el bar? ¿O cuando no presentaste esa idea brillante en la reunión porque te cagaste de miedo? Pues felicidades, acabas de ganar un billete de ida al país de los "Y si hubiera...". Población: tú y un montón de otros perdedores. Pero no te preocupes, aún hay esperanza para ti, pedazo de alcornoque. Aquí va el secreto: tus errores son como el estiércol, apestan pero hacen crecer cosas increíbles. Así que la próxima vez que la cagues (y lo harás, créeme), en lugar de llorar como una Magdalena o esconderte bajo una piedra, haz esto: 1. Acéptalo: Has metido la pata. Genial. Bienvenido al club de los humanos. 1. Analízalo: ¿Qué coño pasó? Disecciona esa cagada como si fueras un forense loco. 1. Apréndelo: Saca una lección de esa mierda. Si no aprendes, eres más tonto que una piedra. 1. Actúa: Usa ese conocimiento para patear culos en el futuro. Conviértete en el puto Terminator de las segundas oportunidades. Mira, la vida es demasiado corta para vivirla con el freno de mano puesto. Así que suelta ese volante, pisa el acelerador y lánzate de cabeza a por tus sueños. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Fracasar? Pues bienvenido al club, princesa. Aquí todos hemos fracasado más veces que intentos necesita un borracho para meter la llave en la cerradura. Pero ¿sabes qué? Los que triunfan no son los que nunca la cagan, son los que la cagan y siguen adelante como si nada. Son los que se levantan después de cada hostia con una sonrisa en la cara y dicen: "¿Eso es todo lo que tienes, cabrona?" Venga, a por todas. Que cuando llegues al final de tu vida puedas decir: "Joder, ¡qué viaje!" en lugar de "Ojalá hubiera..." Y recuerda: la única forma de evitar el arrepentimiento es vivir de una manera que haga que tu yo futuro te quiera invitar a una cerveza en lugar de querer darte una patada en el culo.
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