Publicación de Instituto Six Sigma Chile (ISSCh)

¿Cuáles son los atributos que se le demanda a un buen Sistema de Mediciones? Lo primera es que el SM sea apropiado para evaluar adecuadamente al proceso que mide. Podríamos tener un SM robusto y de alto estándar, sin embargo, ente la pregunta ¿es adecuado? y la respuesta es no, entonces no sirve. Es necesario sustituirlo por uno que sí sea adecuado. Un SM adecuado es aquel que fue diseñado y fabricado específicamente para medir lo que se requiere medir. En segundo lugar, es esencial garantizar que nuestro SM tiene la resolución apropiada. La resolución es la capacidad del sistema de medición para detectar las variaciones de las partes medidas. Por ejemplo, si quiero controlar mi peso, una báscula diseñada para medir la producción de papas, por muy bien calibrada que esté no me servirá. Esta báscula tiene una resolución que se mueve en incrementos de 10 kilogramos, lo cual no sería útil para mi objetivo. En tercer lugar, y muy importante, el sistema debe ser exacto. La exactitud significa que el promedio de las mediciones de una misma parte es significativamente igual al valor verdadero. Este valor verdadero se obtiene utilizando un patrón certificado como referencia. La diferencia entre el promedio de las mediciones y el valor verdadero se denomina sesgo. Además, es necesario que el SM tenga el sesgo aceptable durante todo el rango de medición que demanda el proceso. Por ejemplo, si el proceso produce partes que van desde los 10 kg hasta los 50 kg, el sesgo a los 10 kg debe ser equivalente al sesgo a los 35 y a los 50 kg. Esta característica de denomina linealidad. Por lo tanto, para que un SM sea exacto es necesario que presente un sesgo y linealidad tolerable. Por último, el atributo de precisión es también fundamental, especialmente en sistemas de uso intensivo. La precisión corresponde a la dispersión que presenta el sistema de medición al realizar mediciones repetidas de la misma parte. Una manera habitual de medir la precisión es con el Gage R&R, el cual mide la variabilidad originada por el instrumento, los operadores y la interacción las partes y los operadores. Por ejemplo, si medimos 100 partes fabricadas con el mismo peso y observamos diferencias, surge una pregunta legítima: ¿qué está originando la diferencia? ¿Serán las partes (es decir, que fueron fabricadas deferentes)? ¿Será el instrumento? ¿ o serán los operadores? Es importante identificar la causa para evitar intervenir innecesariamente en el proceso. En resumen, asegurémonos de que nuestro sistema de mediciones es válido, Esto nos dará mayor certeza de que estamos entregando resultados confiables y, en última instancia, que nuestro cliente estará más satisfecho.

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