Publicación de José Ferreiro Gómez

Ver el perfil de José Ferreiro Gómez, gráfico

Profesor en Universidad Istmoamericana

"Hará unos seis años, fui a Gap a comprarme unos pantalones vaqueros. Tengo la costumbre de llevar los mismos vaqueros hasta que se caen a trozos, así que había pasado bastante tiempo ya desde la compra de los últimos. Una vendedora joven y amable se acercó a preguntarme si necesitaba ayuda. —Quiero unos vaqueros de la talla 42 —le dije. —¿Los quiere ajustados, cómodos, holgados, caídos o muy caí- dos? —contestó—. ¿Los quiere lavados a la piedra, lavados al ácido o envejecidos? ¿Los quiere con botones o con cremallera? ¿Los quiere desteñidos o normales? "Me quedé atónito. Varios segundos después murmuré algo así como «sólo quiero unos vaqueros normales... "Comprar unos vaqueros es un acto trivial, pero nos evoca un asunto de mucha mayor envergadura...Cuando la gente no tiene opciones, la vida le resulta casi insoportable. Conforme aumenta el número de opciones disponibles —como sucede en nuestra cultura de consumo—, la autonomía, la capacidad de control y la liberación que conlleva esta variedad resultan estimulantes y positivas. Pero con la abundancia de opciones empiezan a surgir los aspectos negativos de tener que enfrentarse a una multitud de posibilidades. Y según aumenta el número de opciones, los matices negativos se multiplican hasta producirnos una sobrecarga. Llegados a este punto, la capacidad de elegir ya no nos libera, sino que nos debilita. Incluso podría decirse que nos tiraniza". Barry Schwartz La paradoja de la elección: Por qué más es menos

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Ver temas