COE Data Engineer en Banco de Crédito BCP | Microsoft Certified: Azure Data Fundamentals
Iba a responder una publicación para una colega que expresaba algo similar, pero mi reflexión era más extensa que lo que permite LinkedIn, por lo que se transformó en una publicación en si misma. Desde mi experiencia, trabajar en el exterior ha dejado de ser tan beneficioso económicamente. Lo he notado especialmente en el último año, particularmente en sectores como el bancario, donde tradicionalmente las oportunidades internacionales eran vistas como más atractivas y redituables. Sin embargo, considero que hoy en día el costo de vida y la inflación han reducido el diferencial que justificaba buscar empleo fuera. En este contexto, y al no haber otros beneficios sustanciales aparte del salario, creo que cada vez más profesionales optarán por quedarse en Argentina, lo que reduce la brecha entre las ofertas nacionales e internacionales. Este cambio, en mi opinión, plantea una oportunidad importante para las empresas argentinas, que en el pasado expresaban su dificultad para competir con los salarios de las compañías extranjeras. Con la competencia internacional algo más equilibrada, considero que es momento de que estas empresas analicen cómo mejorar sus ofertas laborales. Ajustes salariales, condiciones de trabajo flexibles y opciones de crecimiento profesional, en mi opinión, podrían ser factores clave para atraer y retener talento nacional más capacitado. Asimismo, creo que las empresas extranjeras con empleados argentinos también tienen la oportunidad de hacer eco de esta nueva realidad del país. Reconocer las necesidades y expectativas de sus trabajadores en Argentina, adaptando sus políticas y beneficios para asegurar un compromiso sostenible y duradero, sería una estrategia muy valiosa en este contexto. Esto ayudaría no solo a fortalecer el vínculo con el talento argentino, sino también a construir una imagen de empresa comprometida con el bienestar de sus colaboradores, sin importar su ubicación. Desde mi perspectiva, esta coyuntura nos ofrece un momento único, en el que tanto empresas locales como internacionales pueden capitalizar para construir relaciones laborales más justas y sostenibles, aprovechando las ventajas comparativas de nuestro mercado laboral sin comprometer la competitividad.
