Un año más conmemoramos El Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el cual se conmemora cada tres de diciembre desde 1992, ya hace más de tres décadas de esta declaración de Naciones Unidas.
Son muchas las reflexiones que se pueden hacer entorno a la situación actual de las personas con discapacidad, los desafíos sociales por superar, los retos en materia de desarrollo inclusivo (que conlleva el acceso universal de servicios) e incluso una mirada al cumplimiento de las disposiciones de la Convención Internacional sobre Derechos de las Personas con Discapacidad. No obstante, me parece que esta fecha también es oportuna para recordar los fundamentos de esta conmemoración y reconocer los grandes avances que han cambiado la vida de las personas con discapacidad.
Una de las prioridades de la agenda mundial de la ONU sobre discapacidad es el liderazgo y participación activa. Este aspecto me inspira mucha reflexión, ya que como persona con discapacidad me siento ineludiblemente impulsado a pensar en las competencias de nuestro sector que aún nos falta alcanzar para construir el perfil de “participación activa” que el desarrollo sostenible busca. Es habitual que desde nuestro sector se exprese un recurrente reclamo de derechos, una exigencia de beneficios y “ajustes razonables”, pero pocas veces nuestro sector reconoce la labor de muchos organismos e instituciones que hacen posible que las personas con discapacidad consoliden su autonomía. Desde luego, no pretendo obviar los grandes desafíos que afronta nuestro sector, sin embargo considero que a través de un gran número de regulaciones, la investigación y desarrollo financiada por muchas empresas y organismos de clase mundial, los enormes esfuerzos de autoridades educativas mundiales, entre un sin número de otras variables, hoy las personas con discapacidad gozamos de muchos más recursos que las personas de nuestro sector de hace tres décadas, para alcanzar el liderazgo y la participación activa, y eso es algo que se debe resaltar ya que es un logro muy significativo que debemos tener presente
Hoy me permito agradecer a todas las organizaciones, instituciones y compañías que valoran y promueven de alguna manera la diversidad e inclusión dentro de su operación, así como a todas las personas que de forma íntegra viven una cultura de equidad y en su vida cotidiana actúan objetivamente sin prejuicios.
Sigamos fomentando la educación en todos sus niveles, apoyando toda iniciativa de investigación ética, impulsando el desarrollo científico y tecnológico y apoyando la difusión de los principios de participación, representación e inclusión, para que continuemos edificando un mundo accesible, inclusivo y sostenible para todos.